En una historia digna de haber sido escrita por Julio Verne gracias a su similitud con Viaje al centro de la Tierra, un hombre encontró el tesoro escondido hace una década en las Montañas Rocosas de Nuevo México siguiendo las pistas de un poema.

Fue en 2010 cuando el coleccionista estadounidense de arte, Forrest Fenn, enterró el cofre valuado en un millón de dólares (21 millones 503 mil 300 pesos) al oeste de Estados Unidos, como parte de un plan para dejar un legado después de que le diagnosticaran cáncer en 1989.

El codiciado tesoro escondido hace una década

Pese a que logró recuperarse, no retiró el cofre llenó de piezas de oro, joyas y otros objetos valiosos, sino que publicó un poema que contenía pistas sobre la ubicación del tesoro y desde entonces por lo menos unas 35 mil personas intentaron descifrarlas adentrándose a las Montañas Rocosas.

Algunos incluso dejaron sus trabajos y gastaron tofos sus ahorros para tratar de ubicarlo. Se sabe de al menos cinco personas que murieron en el intento, sin contar los desaparecidos en la zona. Lo anterior llevó al autor a entrar en serios conflictos con las autoridades, pero no sólo por las fatalidades, sino porque lo acusaron del saqueo de artefactos como figuras de animales precolombinos, "espejos" prehistóricos de oro martillado y figuras chinas antiguas talladas en jade.

No obstante, luego de 10 años por fin un hombre se hizo del cotizado tesoro y para prueba del hallazgo le envío fotos a Fenn con elementos suficientes para determinar que había llegado al dosel de estrellas en la exuberante vegetación boscosa donde el hombre lo había enterrado.

"No sé, me siento medio feliz, medio triste porque la búsqueda ha terminado", explicó Forrest aclarando que el afortunado ganador se negó a hacer público su nombre pero que pasó innumerables horas leyendo y releyendo libros del autor, así como recorriendo mapas y analizando posibilidades.