Científicos encontraron recientemente los restos fósiles de un simio, el cual era conocido por estar erguido mientras se columpiaba por las ramas de los árboles, lo cual podría indicar que fue un precedente para el origen de los humanos y primates durante su periodo de aprendizaje bípedo. Algunos lo han llamado el 'eslabón perdido'.

Fósiles encontrados en Alemania

De acuerdo con la revista Nature, la cual publicó los hallazgos de los restos fosilizados, esta especie habría llevado a los humanos a la ventaja evolutiva de hoy, es decir, llevarlos a ser homo sapiens sapiens y diferenciarlos de los parientes más cercanos como los chimpancés (Pan troglodytes).

La nueva especie ha sido llamada Danavius guggenmosi, y fue encontrado en la zona arqueológica de la ciudad de Pforzen, al sur de Alemania. 

Los científicos responsables del hallazgo son investigadores de la Universidad de Tübingen y mencionaron que la especie descubierta vivió aproximadamente 11.6 millones de años atrás, durante el Mioceno, etapa donde se cree que los humanos y los primates tomaron caminos separados.

Develando uno de los grandes misterios de la evolución

Se había creído que los primeros humanos habían aprendido a caminar en dos pies en el continente de África, pues ahí ha sido donde se han encontrado mayormente los fósiles que han comprobado la evolución humana pero, con estos descubrimientos ha cambiado completamente el paradigma científico.

Según las investigaciones realizadas, el primate era capaz de andar en cuatro patas mientras trepaba los árboles pero, estando en las copas éste comenzaba a andar erguido sobre sus dos piernas, algo que jamás se había documentado. Madelaine Böhme, investigadora a cargo de los descubrimientos explicó que: 

"Estos fósiles revelan una locomoción diferente a cualquier criatura viva. Vivía en los árboles, pero también se deslizaba en el suelo, muy probablemente de manera bípeda”.

Madelaine Böhme, investigadora

Entre los 21 fragmentos hallados se encuentran: cúbito, fémur, tibia, vértebras y algunos huesos de manos y pies, por lo que ha sido posible reconstruir su morfología y su manera de caminar. 

Se cree, asimismo, que la especie en cuestión pesaba alrededor de 17 y 31 kilogramos y sus extremidades le permitían colgarse de las rama, además poseían un dedo gordo en sus patas, lo que reafirma las teorías de los investigadores.

Hueso del dedo gordo del Danuvius guggenmosi

Este descubrimiento que plantea la hipótesis de que, tanto los primates como los seres humanos albergan un antepasado en común y que podría ser el origen del bipedísmo. 

Bien podría ser el ‘eslabón perdido’ que los científicos necesitaban para responder una de las mayores preguntas que se ha hecho el hombre desde el trabajo de Charles Darwin.