Rita Wolfensohn, una mujer ciega de edad avanzada, vivió durante 20 años con el cadáver de su hijo sin siquiera tener consciencia de ello.

Residente de Brooklyn, Estados Unidos, la anciana nunca visitaba la habitación donde una vecina, tras llamarla por teléfono sin ninguna respuesta y acudir a la vivienda, halló los restos del difunto.

El pasado 15 de septiembre, la fémina encontró el esqueleto intacto en el dormitorio del segundo piso. Estaba tumbado boca arriba en un colchón y completamente vestido con unos pantalones vaqueros, calcetines y una camisa de a cuadros.

Tras varias averiguaciones, las autoridades revelaron que la propietaria desconocía que su hijo había muerto en su propia casa y pensaba que se había ido hace 20 años.

La habitación estaba repleto de telarañas. “Parecía como si un camión de basura hubiera vertido su carga en aquel lugar”, declaró uno de los oficiales. Según sus declaraciones, el lugar olía a comida podrida, pero no a carne en descomposición.

“Era como una escena de ‘Psicosis’”, dijo una fuente policial en referencia a la famosa película de terror de Hitchcock, en la que un hijo guarda los restos de su madre muerta en el sótano.

Con información de New York Post.