México.- En la competencia ‘World’s Strongest Marathon’, Corey Philpott, un atleta australiano corrió un maratón de más de 40 kilómetros arrastrando una camioneta. Para lograr esta proeza, el atleta se entrenó durante 8 meses haciendo trabajo de pesas, carreras regulares y arrastre de vehículos. 

Corey Philpott, recorrió 42 kilómetros y 195 metros para recaudar una importante suma económica a favor de una fundación dedicada a la atención de niños que han sufrido abuso sexual. En su cuenta de Instagram, este atleta publicó un video donde aparece recorriendo la pista mientras arrastra la camioneta.

En otra de sus publicaciones, Corey escribió: “Era febrero de 2020, el Covid-19 comenzó a golpear, las carreras se cancelaron y todos pensamos que íbamos a morir. Una noche que acababa de ver un video de Ross en YouTube, fui al cuarto donde estaban mis padres y les dije que en 2021 estaría completando el maratón más fuerte del mundo”.

El atleta australiano recaudó 30 mil dólares para la fundación ‘ChildSafe Australia’

Con una camioneta pick up de una tonelada y media a sus espaldas, Corey cruzó la meta en 16 horas y 12 minutos, convirtiéndose en el hombre más rápido en hacerlo. En sus redes sociales, el atleta australiano reconoció que no creía superar el récord anterior del británico Ross Edgley, quien completó la misma distancia en un circuito de Fórmula 1, cargando un Mini Countryman, en 2016.

Tras completar el maratón, Corey Philpott recaudó 30 mil dólares para ‘ChildSafe Australia’, una organización de protección a los menores y contra el abuso sexual. Finalmente, el atleta australiano confesó que al principio su sueño era superar el récord de Ross Edgley, pero después se dio cuenta que su verdadero objetivo es crear entornos seguros para los niños y crear espacios seguros para que los sobrevivientes cuenten sus historias y sean escuchados.

De acuerdo con ‘ChildSafe Australia’, en ese país un niño es abusado física, emocional o sexualmente cada 16 minutos. Eso significa que 32 mil niños son abusados cada año, generalmente por adultos cercanos al menor de edad.