Aunque no amar a un perrito luego de que llega a nuestras vidas es de las cosas más complicadas de lograr (por no decir imposibles), a veces ni todo el amor alcanza para poder mantenerlos a nuestro lado. Ya sea porque cumple su ciclo de vida, por que se extravían o por que algo nos impide tenerlos cerca, es común que tengamos que decirles adiós y eso, inevitablemente, deja un huequito en el corazón. 

Así es la historia de una niña llamada Dani y su perrita Canela, que tuvieron que separarse porque la mamá de la niña no quería tener a la cachorrita en casa. 

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A pesar de la negativa que encontró la pequeña al recibir a la perrita en su casa para que no siguiera viviendo en la calle, no se dio por vencida fácil y comenzó a juntar sus domingos para comprarle croquetas, juguetes y una camita al animalito. 

Sin embargo, luego de un tiempo la situación se volvió insostenible y Dani tuvo que buscar alternativas para su amiga de cuatro patas y la opción que consideró más viable fue dejarla amarrada a un árbol junto a todas sus pertenencias, cerca de la casa de una familia que amaba a los perros tanto como ella. 

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La historia fue compartida en Facebook con varias fotografías de la perrita que ahora busca una nueva casa pues quien la encontró no puede quedársela. 

Entre las fotos también está una que muestra la carta con la que Dani explicó toda la situación y pidió ayuda para Canela