Tras cortarse la mano izquierda intencionalmente, una joven eslovena intentó convencer a cinco aseguradoras de que se había tratado de un accidente producido mientras cortaba leña.

Las sospechas surgieron luego de que sus cómplices; tres familiares de 28, 58 y 63 años, acudieran a las cinco compañías a la vez. Fue entonces cuando la policía acudió a las viviendas de cada uno y hallaron la mano cortada que condujeron hasta el hospital con el fin de que los médicos la injertaran.

Mientras tanto, los estafadores continuaban reclamando 432 mil dólares (8 millones 342 mil 693 pesos) de compensación más una pensión mensual de 3 mil 500 dólares (67 mil 591 pesos). 

Pero las averiguaciones del jefe del departamento de delitos del cuerpo, Valter Zrinski, dieron resultados y se descubrió que uno de los cómplices brindó a la víctima los primeros auxilios y la llevó al hospital dejando la mano en el jardín para que los doctores no tuvieran opción de injertársela.

Así, esperaban que la joven se convirtiera en discapacitada y cobrara la mayor indemnización posible de por vida. Ahora los responsables se enfrenten a penas de uno a ocho años de prisión.