Un grupo de soldados británicos hicieron frente a un juguete sexual que un extraño pegó en el tejado de su cuartel.

Las imágenes se viralizaron en redes sociales debido al humor con que los hombres se tomaron el asunto, sobre todo porque los administradores del edificio informaron que tardarían hasta 40 días en retirar el dildo porque no se trataba de un trabajo prioritario.

Pero los soldados no se quedaron de brazos cruzados e intentaron en vano retirarlo hasta que resignados, rogaron al personal de la construcción para que eliminaran el instrumento fálico.