Kandahar, Afganistán (AP) --- Mientras llegaba a Afganistán el último contingente del refuerzo estadounidense de 30.000 efectivos, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, observó el viernes de primera mano las operaciones en una peligrosa zona sureña donde las tropas afganas e internacionales fortalecen la seguridad.

Gates viajó a la provincia de Kandahar, una región en que las fuerzas de Estados Unidos, Afganistán y la OTAN intentan expulsar a los rebeldes de bastiones y apuntalar a las autoridades.

El Talibán ha respondido con una campaña de intimidación para evitar que los lugareños se pongan del lado de las fuerzas internacionales y del gobierno afgano.

"Ustedes muchachos están en la trinchera de la vanguardia y lo que vale en toda la campaña es el éxito que tienen aquí en la ciudad de Kandahar", dijo Gates a los soldados estadounidenses en el Campamento Nathan Smith que es eje de las operaciones estadounidenses en la ciudad más grande en el sur de Afganistán.

Gates habló con varias decenas de efectivos estadounidenses en un patio rodeado por vehículos todo terreno con un blindaje grueso que les permiten sobrevivir a las bombas rudimentarias que son la mayor amenaza fatal de las tropas de la coalición.

Esos soldados forman parte del contingente de combate que llegó el 18 de agosto y ya tuvo ocho bajas ---siete el lunes en dos explosiones.

"Infortunadamente, vienen días más duros", adelantó Gates. "Ustedes lo saben mejor que nadie".

Un soldado le preguntó a Gates por qué Estados Unidos no perseguía a los rebeldes que se esconden en el vecino país de Pakistán. Estados Unidos presiona a Islamabad para que intensifique la persecución de los rebeldes fuera de la provincia de Waziristán del Norte, una zona colindante con Afganistán que con frecuencia es considerada como anárquica.

"Creo que la probabilidad de una participación militar directa de Estados Unidos en Pakistán es muy baja", respondió Gates.

El también responsable del Pentágono viajó luego hacia al oeste de Kandahar al distrito violento de Zhari, que el teniente general David Rodríguez describe como "uno de los distritos cruciales" fuera de la ciudad.

En declaraciones a los periodistas en un puesto de mando, Rodríguez predijo que las fuerzas estadounidenses y afganas podrán lograr progresos en la provincia de Kandahar antes de que termine el año, a tiempo para la importante evaluación de fin de año que hace el gobierno del presidente Barack Obama de la guerra.