Por redes empezó a circular la invitación para que hoy, 1 de Septiembre, en el día del Informe de Gobierno del presidente de México, se guardara silencio.

Pero, ¿qué significa esto? Significa que usando los hashtags #Silénciate #UnDíaDeSilencio, los usuarios de Twitter no mencionáramos nada acerca de AMLO, ni de su informe, ni compartir memes, videos o algo que tenga referencia con él.

Suena interesante y retador. Porque si muchos lo llevan a cabo, se verá la relevancia de la conversación que tiene que ver con el presidente en  Twitter  y con su discurso.

Y porque aunque Obrador ha intentado desdeñar la plataforma de Twitter, diciendo que todos los ahí presentes son bots, y  por otro lado impulsar que la gente use Facebook porque ahí sí es más “orgánico”, es decir, que la gente libremente se expresa sin que le digan qué escribir o incluso pedir que le den likes a alguna publicación (lo cual no es verdad porque también en Facebook se inflan cuentas por bots comprados) veremos el alcance que tiene y si hubo repercusión por el hecho de que no se mencione nada del presidente hoy.

Al menos por parte de quienes no comulgamos con AMLO y no estamos de acuerdo con su forma de gobernar.

Muchas veces he pensado que a él le conviene que hablen de él, así sea mal o muy mal. El que hablemos de él lo mantiene vivo en la mente de las personas y si alguien sabe de psicología mental y es un maestro en el arte de la comunicación es él.

Simplemente por estar escribiendo de este tema, ya estoy poniendo al presidente en el centro de la mesa, como a él le gusta.

Y no es que guardar silencio un día para no hablar nada acerca de López Obrador lo hagamos por hacerlo rabiar, sino porque él  se ha sostenido únicamente con sus repeticiones de siempre, sembrando en la gente palabras como: fachos, neoliberales, conservadores, opositores, corrupción, impunidad para relacionarlo con él .

Todas estas palabras clave que te remiten a una sola cosa: Andrés Manuel López Obrador. ¿Ven porqué les digo que es un as en el arte de comunicar?

Espero que algún día el presidente entienda que ya estamos hartos de sus bravuconerías y mentiras y que por más Informes que se aviente ya nada le dará resultado. Porque además de el propio informe, la cantidad de spots anunciándolo fue algo desmedido y desesperado y por ende costándonos millones de pesos a todos los mexicanos.

No tengo otra forma de expresar mi descontento más que escribiendo en este espacio que me brinda esa libertad, pero también guardando hoy silencio en mis redes.

Solo lo bueno es real; lo dice el curso de milagros que estoy estudiando.

Entonces hablar del presidente es hablar de alguien que no ha sido bueno para nadie.

Un día de silencio, porque de todas maneras el presidente no nos escucha. Pero un día de silencio sirve para no replicar las cosas que dice. Porque hasta para eso le servimos. Aun cuando, cada vez más se vean en Twitter cuentas que están siendo silenciadas, que se hable de él le funciona.

No se trata de ser indiferentes ante la sarta de tonterías que seguramente dirá en su “noveno mil informe”, sino se trata de no seguirle el juego. Alguien tiene que pedirle que ya pare. Es más, ya no tanto por él, sino por su “corcholata” favorita. Se quema él e inmediatamente quema a Claudia Sheinbaum. La ciudadanía tiene que dejarse escuchar a través del silencio. Mi silencio es grande y es ruidoso.

Es mi forma de hablar.

Es cuanto.