En la mira

En la mira está Fernando Ortiz técnico de las águilas del América que de nueva cuenta estará dirigiendo una semifinal, en las anteriores el argentino y los de Coapa han fracasado en el intento por obtener el título de Liga Mx, que no consiguen desde 2018 cuando Miguel Herrera los coronó campeones ante Cruz Azul.

El pasado sábado se vivieron momentos de mucha tensión en el vestidor de las águilas, al medio tiempo San Luis les iba ganando 2-0 y estaban cerca de lograr la hazaña, sin embargo me cuentan que varios levantaron la voz, y comenzaron los reclamos, hasta que el Tano puso orden, la situación pasaba más por la falta de actitud de algunos jugadores, se reprochaban que estaban jugando muy confiados y con flojera, como si ya fueran campeones, incluso Álvaro Fidalgo al finalizar el partido declaró que cayeron en un exceso de confianza, ese tipo de actitudes son las que generan dudas con Fernando Ortiz, por el mal manejo de los partidos y la poca capacidad de reacción que por momentos muestra.

En las últimas semanas se habla mucho de la renovación del argentino, pero este tipo de partidos como el dieron ante los potosinos pone a dudar a varios si es el indicado para seguir en el proyecto. Tano no tiene margen de error, para su fortuna le toca enfrentar a Chivas en semifinales, un equipo que claramente no tiene argumentos futbolísticos para competirle a las águilas, apelan más al ímpetu, el corazón, las portadas falsas que les hizo Paunovic con las cuales bajaron del camión, un simple juego mental, en la cancha el rebaño demostró que no tiene gol, que carece de elementos que pueden salir en una gran noche como Vega y Guzmán, mismos que simplemente pasan desapercibidos, por eso el Tano está ante la gran oportunidad de llegar a la final de la Liga Mx.

La responsabilidad de avanzar no es solo de Ortiz, también es de los jugadores, pero esta vez Fernando debe ser consciente lo que se está jugando, la deuda que un equipo grande como el América tiene con su afición, sus números no son nada malos, la efectividad es casi del setenta por ciento, pero si vuelve a dirigir como en el juego de cuartos de final de vuelta, créame que no volverá a sentarse en el banquillo de las águilas.