Con una asistencia escasa en comparación con la marcha anterior y sin atreverse a confrontarse con los ciudadanos y miembros de las tres ramas de las fuerzas armadas que celebraban el 115 aniversario de nuestra Revolución, así se llevó a cabo la segunda marcha malamente llamada de la Generación Z.

Con una fuerte asistencia de panistas de mediana edad y adultos mayores y escasa de jóvenes y con el desaire del (imaginario) contingente de jóvenes de la UNAM, fueron apenas unas 500 personas las que atendieron el llamado de los anónimos que organizan estos eventos.

Aún así, no hay que dejar de señalar el aumento en la intensidad en los insultos contra la presidenta Claudia Sheinbaum, quien encabezó por segunda vez el desfile conmemorativo del 20 de noviembre como comandante suprema de las Fuerzas Armadas de México.

Nuevamente, la consignas judeofóbicas y falsas afloraron contra la presidenta, por los orígenes de su familia avecindada en México desde hace décadas.

Ante la presencia de decenas de medios y youtubers, un grupo de extremistas y hasta cristeros gritaron “fuera la judía” y otras consignas aún más ofensivas contra la presidenta.

Sí, en cuanto a asistencia la marcha fue un fracaso. Pero en cuanto al germen del fascismo es útil y también es una llamada de atención para no permitir que este cáncer crezca aún más en nuestro país.