Querido Ciro Gómez Leyva:
Entiendo que detestes a AMLO. El expresidente López Obrador te cuestionó bastante en sus mañaneras. A veces merecías las críticas, a veces no. Algunos de tus amigos en los medios atribuyeron el atentado que sufriste a las duras frases con las que que Andrés Manuel se dirigía a ti. Tú mismo, admito que con prudencia, llegaste a sugerir que te agredieron a balazos por culpa de López Obrador. Desde luego, fue una inmoralidad acusar al expresidente de la agresión criminal en tu contra de la que, por fortuna, saliste ileso.
Yo mismo, al iniciar el pasado sexenio, estuve muy enojado con AMLO. Él y su jefe de prensa, Jesús Ramírez, me incluyeron en forma muy poco ética entre los chayoteros. Respondí calificando de mentiroso al expresidente y a su portavoz. Lo hice en SDPNoticias, en tu programa de radio y en otros espacios mediáticos. A Ramírez lo molesté con una verdad: dije, creo que en entrevista contigo, que él había sido un periodista de quinta en La Jornada. Ahora será un personaje de primera en la 4T, pero en el periodismo su trabajo fue más bien mediocre. Desde luego, nadie ha dicho que se necesita ser particularmente brillante para destacar ni en un gobierno ni en ninguna otra organización humana, así que, como en todas partes, hay personas inteligentes y tontas en el sistema político mexicano de izquierda.
Tu enojo lo entiendo, Ciro: tu bipolaridad me resulta absolutamente incomprensible, particularmente porque te lleva a desmesuras impropias de alguien culto, inteligente y experimentado como tú.
Me enteré del éxito de la 4T en el combate a la pobreza gracias tus columnas en Excélsior, Ciro —en los últimos meses no he escuchado tu Por la mañana en Radio Fórmula porque, pues eso: en temporada de competencias ciclistas dedico mis mañanas y a veces hasta mis madrugadas a lo único que me divierte: ver ciclismo en la tele o en internet—.
Cito algunas de tus frases, Ciro.
El 11 de agosto de 2025 publicaste esto:
- “Llega la gran semana de la 4T”.
- “El Inegi difundirá el miércoles los resultados de la medición multidimensional de la pobreza en México”.
- “Hasta donde se sabe, los indicadores seguirán la tendencia de los presentados por el Coneval en 2023, cuando el número de personas en situación de pobreza disminuyó de 55.7 millones a 46.8 millones (36.3% del total de la población), y el de pobreza extrema de 10.8 millones a 9.1 millones (7% del total)”.
- “Esta nueva disminución permitirá al gobierno y a Morena celebrar el éxito en la identificación de las causas de la pobreza y en el diseño de políticas públicas para contrarrestarla, lo que se habrá plasmado en seis años constantes de reducción de la pobreza y la desigualdad y de mejoramiento en el bienestar de los mexicanos”.
El 14 de agosto de 2025:
- “Adelantamos el lunes que sería necio rebatir las cifras sobre pobreza en México que el Inegi daría a conocer el miércoles”.
- “Se sabía que los indicadores registrarían una tendencia a la baja, aunque no en números y porcentajes tan notables como los, finalmente, presentados ayer. Números que marcan un éxito rotundo del proyecto de la 4T en la materia”.
- “Se dirá que gran parte de ese ‘milagro mexicano’ tiene que ver con la entrega directa de dinero a las personas con mayores carencias, y es cierto”.
- “Los resultados son impresionantes”.
- “De acuerdo con los datos expuestos por el Inegi (producto de una encuesta nacional levantada en 106 mil viviendas entre agosto y noviembre del año pasado), 13.5 millones de mexicanos dejaron de ser pobres entre 2018 y 2024, los años del gobierno de López Obrador”.
- “Por donde se quiera ver, la reducción es una muy buena noticia para el México de hoy. Y extraordinaria para la 4T”.
De plano describiste, Ciro, una hazaña de la cuarta transformación. Por tal motivo te juro que pensé que la presidenta Claudia Sheinbaum te leyó antes de calificar como hazaña a la reducción de la pobreza.
Así que verdaderamente me desconcertó tu cambio de humor en el artículo que ayer publicaste en Excélsior.
No quiero pensar que te llamaron algunos de tus amigos, como Felipe Calderón, para decirte: “Que hazaña ni que ocho cuartos”. No quiero pensar eso, pero lo pienso. De plano me resulta imposible evitar creer que alguien del grupo del esposo de la diputada Margarita Zavala, o el propio marido de ella, te buscó y te enredó con otras estadísticas para que llegaras a la conclusión de que la reducción de la pobreza no solo no fue una hazaña, sino que queda totalmente minimizada y aun anulada frente al hecho del “genocidio silencioso que desató el gobierno de López Obrador al desaparecer el seguro popular”.
¿Genocidio silencioso? Por favor, Ciro. Si odias tanto a AMLO, miéntale la madre o reátalo a que se den de madrazos, pero no insultes a tu ética intelectual ni golpees tu imagen de periodista serio con expresiones bastante hinchadas que no pueden ser tomadas con seriedad.
Elevemos el nivel del debate, si no es mucho pedir.
Posdata:
La reducción de la pobreza sí fue una hazaña si nos basamos en su etimología—cito a la inteligencia artificial de Google—: “La palabra hazaña proviene del latín facĕre (hacer), que influyó en la forma medieval fazaña, y está relacionada con el término árabe hispánico ḥasána (del árabe clásico ḥasanah), que significa buena acción o acción meritoria”.
Por donde quiera que se le vea, ha sido muy bueno y de mucho mérito lograr que salieran de la pobreza millones de personas. ¿Que desapareció el seguro popular? Había mucha corrupción en esa institución. Se generaron problemas al cambiarlo por algo distinto, lo que era ineludible: los grandes cambios que se diseñan y ejecutan para mejorar, no pocas veces generan situaciones lamentables. Yo mismo, alguna vez, le llevé un video a AMLO de alguien que le pedía corregir lo que no funcionaba en el tema de la salud, y creo que en su momento te lo comenté, Ciro. Ese video Andrés lo respondió comprometiéndose a trabajar para superar las complicaciones provocadas por el gran cambio político que ha sido la 4T.
El primer gobierno de izquierda avanzó hasta donde pudo y hoy la administración de Sheinbaum hace lo que le corresponde para que el sistema de salud sea más eficiente. Lo que heredaron Andrés Manuel y Claudia de los gobiernos del PRI y del PAN era algo simple y sencillamente ineficaz y sucio, muy sucio y muy ineficaz.