Según la reciente encuesta de TResearch, la aprobación de Claudia Sheinbaum en el arranque de diciembre de 2025 es de 75%. Porcentaje no solo elevadísimo: también increíble porque es un resultado registrado después de que ella ha estado bastante tiempo en la presidencia —14 meses en los que ha sufrido las peores campañas de linchamiento mediático que se recuerden—. El consistente más de 70% de aprobación en todas las encuestas es más que un dato estadístico. Es un símbolo: el de que la gente ha vuelto a creer en quien gobierna. Son números, los de la presidenta en los estudios de opinión, que refutan a nuestra prensa. Algo está haciendo mal la comentocracia mexicana, ya que sus diagnósticos, catastróficos, no coinciden con la percepción de la gran mayoría de la gente. ¿Nadie se ocupa ya de lo que se dice en los medios, diarios, canales de TV, radiodifusoras, y aun en las redes sociales de internet? ¿O será más bien que se les toma solo como entretenimiento, y por lo tanto no se les cree? Quizá ha llegado la hora de que el periodismo se analice a sí mismo porque, evidentemente, ha perdido la brújula.