Recibí una llamada del joven político nuevoleonés Oliverio Tijerina Sepúlveda, actualmente, funcionario en la subsecretaría de egresos de la SHCP. Me hizo observaciones acerca de una reciente encuesta de MetricsMX a propósito del primer informe de gobierno de Adrián de la Garza, alcalde de Monterrey.
En la encuesta queda claro que, si las elecciones para renovar la gubernatura de Nuevo León se celebraran en estos días, De la Garza, como candidato del PRI y el PAN, derrotaría con 27 puntos de ventaja a Mariana Rodríguez, si esta representara a Movimiento Ciudadano, y con más facilidad vencería a la aspirante mejor posicionada de Morena, Tatiana Clouthier. Los resultados no variarían si Adrián de la Garza enfrentara a Luis Donaldo Colosio, de MC, y al morenista Waldo Fernández.
Oliverio, comprometido con Morena y aspirante él mismo a la gubernatura de Nuevo León, quiso no tanto refutar los números de una encuesta bastante bien hecha, sino argumentar que el partido de izquierda de ninguna manera puede ser considerado inevitablemente el perdedor en los comicios de 2027 porque, es la verdad, en recientes elecciones nacionales ha tenido importantísimos resultados a su favor.
Inclusive es morenista la persona más votada en la historia electoral nuevoleonesa, la presidenta Claudia Sheinbaum quien en 2024 logró 1 millón 56 mil 501 sufragios, lo que supera a la votación más alta que ha obtenido un gobernador, Jaime El Bronco Rodríguez, quien en 2015, sumó un millón 20 mil 552 votos.
En 2018, Andrés Manuel López Obrador alcanzó en Nuevo León la también muy elevada cantidad de 746 mil 944 votos, prácticamente los mismos que tuvo en 2021, el actual gobernador Samuel García (786 mil 808).
Sí, ni hablar, es un hecho que Morena cayó mucho muy fuertemente entre las votaciones históricas de AMLO y Sheinbaum en Nuevo León: en la anterior elección de gobernador apenas llegó a 300 mil 588 votos.
Morena en tierras nuevoleonesas ha estado montada en el clásico sube y baja: 2018 muy arriba (más de 700 mil votos con AMLO), 2021 muy abajo (300 mil) y 2024 récord de votación (más de un millón con la hoy presidenta Sheinbaum).

Si las encuestas que ya se están aplicando terminan siendo pronósticos precisos, entonces lo que sigue, en 2027, es otra durísima caída del partido de izquierda que, tristemente, volvería a quedar en último lugar.
Según Oliverio Tijerina, la muy baja votación de Morena en 2021 debe verse como una anomalía: vale decir que no tendría por qué repetirse en 2027, digan lo que digan las encuestas. Para llegar a tales conclusiones, el joven Tijerina se basa en el hecho de que la izquierda ha logrado votaciones récord en la entidad federativa más conservadora de México, lo que significa que no hay rechazo al morenismo, sino nada más buen trabajo electoral (AMLO y Sheinbaum) y pésima estrategia (2021).
Hace sentido lo que dice Tijerina Sepúlveda. Todo dependerá del trabajo y, sobre todo, de la estrategia de Morena para seleccionar a su candidato o candidata en Nuevo León. Si la izquierda recurre al método cuantitativo, creo que volverá a quedar en último lugar.
MetricsMx ya hizo una encuesta para medir la popularidad de quienes aspiran a la candidatura de Morena en Nuevo León. Nadie puede presumir en este momento de competitividad electoral. La mejor evaluada, Tatiana Clouthier tiene 15.3% de las preferencias, y la que está en peor posición, Judith Díaz, llega a 4.0 por ciento. Entre los dos extremos se ubican Andrés Mijes (12.6%), Clara Luz Flores (10.1%), Waldo Fernández (9.9%) y Oliverio Tijerina (5.9%).
Con esos números, si Morena utilizara la encuesta como instrumento de selección de su candidatura en Nuevo León no elegiría ganador o ganadora, sino a quien inevitablemente terminaría en el último lugar, después del PRIAN y de Movimiento Ciudadano.
¿Cómo podría Morena aspirar a la victoria en Nuevo León, es decir, tener por lo menos el 70% de la votación de Claudia Sheinbaum en la entidad? Pienso que sería posible si la selección del candidato o la candidata no se realizara a última hora con encuestas, sino desde ahora mismo con análisis cualitativo. Entre las personas que están anotadas para luchar por la gubernatura, el partido de izquierda debería, a la brevedad posible, responder con racionalidad a la pregunta de quién tuviese más posibilidades de crecer y, por supuesto, apostar todo a esa persona.
El tiempo es oro y Morena no debe perderlo en Nuevo León.
Estrategas, estudiosos de la opinión pública expertos en estudios cualitativos, observadores electorales experimentados y operadores políticos de alto nivel —como la propia Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena— tendrían que evaluar a partir de hoy mismo a las precandidaturas aquí mencionadas y determinar con mucha seriedad y más objetividad, qué perfil sería el más aceptado después de una inteligente campaña de promoción por el electorado nuevoleonés.
En un próximo artículo analizaré, asesorado por especialistas en estudios cualitativos, las ventajas y las desventajas de Tatiana Clouthier, Judith Díaz, Andrés Mijes, Clara Luz Flores, Waldo Fernández y Oliverio Tijerina, personas que en las encuestas tienen números tan bajos que, para todo fin práctico, están en empate técnico en una carrera que, tal como la están desarrollando ahora, les condena al último lugar.
Jane Goodall
Hace unos días publiqué el artículo “Ambientalista de clase mundial elogia a Sheinbaum. Y más sobre el divorcio”. Destaqué algo de lo que dijo la prestigiada conservacionista Jane Goodall en su visita a México. Ella, pionera en la investigación de la vida salvaje, dijo en la Universidad Anáhuac: “Felicito a México por no apoyar a Monsanto que es una compañía muy grande y muy poderosa. Monsanto ha tratado fuertemente de traer a México semillas genéticamente modificadas que destruirían el maíz mexicano”.
Tristemente, a los 91 años de edad, este primero de octubre, Jane Goodall murió. La presidenta de México debe sentirse orgullosa de que una personalidad científica tan brillante haya elogiado su política sobre el maíz. Descanse en paz la inigualable etóloga.