Hay una gran verdad que resulta dolorosa en el escenario político mexicano y es que la encuesta del Reforma nos arroja  así, de manera contundente que no hay una oposición firme en este país. No la hay. No se me enojen, pero no la hay.

En esta última encuesta lanzada por el diario Reforma hay personalidades que pareciera entran dentro de la carrera presidencial pero que creo aparecen sus nombres ahí porque se encuentran dentro del imaginario colectivo de los mexicanos.

El nombre y figura de Margarita Zavala aparece como una posibilidad, pero porque la gente que no es morenista ya no tiene a quien más nombrar, y Margarita Zavala es una mujer que siempre se le ha visto combativa, y muy cercana a ser presidenta hace unos años, pero honestamente, al menos yo no la he visto que realmente tenga intención de ir por la Presidencia del 2024.

En la encuesta del Reforma aparece tampoco aparece Lilly Téllez, quien ha mostrado mucho más ganas de ser la competencia de Claudia Sheinbaum pero lleva un discurso un poco agresivo que no le ha beneficiado en mucho en sus aspiraciones.

El único personaje de la “oposición” que ahí aparece es Luis Donaldo Colosio, pero es también por esta necesidad de buscar entre los escombros, gente que pueda llevar el estandarte de contrapeso. Pero desgraciadamente, a mi parecer, Luis Donaldo Colosio es un muy buen candidato en un muy mal partido, porque Movimiento Ciudadano ni lo va a respaldar al 100, ni tampoco tiene tanto peso como partido como para impulsarlo, ni mucho menos credibilidad.

Los que de plano tronaron en este “examen” encuestador, no pasaron ni con 6, fueron los dos hijos adoptivos políticamente hablando de Andrés Manuel López Obrador: Don Adán Augusto y Ricardo Monreal.

Ellos obtuvieron una calificación de 5 de 100, es decir, cero.

Nadie los quiere, nadie los contempla siquiera como con una mínima posibilidad de competir.

Están fuera, les duela lo que les duela.

Yo no los conozco pero intuyo que a quien más le duele es a Ricardo Monreal que desde hace mucho marchó muy de la mano del ahora presidente y ahora, como hijo que es corrido de casa se le ve abatido y ya como un fantasma por ahí deambulando, porque aunque quiso acomodarse a última hora con el PAN, tampoco nadie se lo cree ni se lo compra.

Y por otro lado, don Adán Augusto, que también por supuesto se vio en algún momento durmiendo en Palacio Nacional si hasta le brillaban los ojitos, sabe que sus oportunidades se acabaron. Y es que andar tanto en la grilla y tan porrista del presidente  tampoco cayó muy  bien.

Morena, en la encuesta de Reforma es el que ocupa el liderazgo como partido político.

Esto debería de poner a hacer cambios profundos en el PAN, porque algo no les está saliendo bien. (Yo insisto que el líder de ese partido no es lo suficientemente fuerte para sostener a toda una estructura política ya consolidada como el PAN). Será momento que se dejen de egos y payasadas y enfrenten la realidad y busquen a un nuevo  líder (sin duda yo apostaría por Mauricio Kuri o Santiago Creel) pero Marko no suelta el hueso por nada del mundo.

Y ya que andamos en este análisis de la encuesta del Reforma (sí… ese diario que tanto odia el Presidente por llamarlo vendido, neoliberal, conservador, conformado por  periodistas y columnistas orgánicos), pone en  la delantera pero muy delantera posición a Claudia Sheinbaum como la favorita de todos.

Bastante por arriba de un Marcelo Ebrard que también sueña dormir en la camita de Obrador en Palacio Nacional pero que hasta hoy, no se le ven esperanzas.

Prácticamente me da la impresión de que para los candidatos este año que viene 2023 ya se lo saborean como si fuera 2024 y desde el día 1 de el año entrante empezarán las contiendas más aguerridas y las campañas electorales más anticipadas de que se hayan teñido memoria.

Ya vimos que al INE se lo saltan todos y no van a permitir que sea impedimento para empezar esta “guerra” electoral. Y digo guerra, porque imagino el PAN (ya ni los menciono al PRD ni al PRI juntos porque ya la alianza se terminó) tendrá que echar a andar toda su maquinaria para buscar un candidato que sea fuerte y que compita con Claudia Sheinbaum.

Les queda prácticamente un año y medio. Pero si se analiza bien les queda muy poquito tiempo.

Claudia Sheinbaum lleva mucha ventaja.

Al menos popularmente es la más conocida por todos.

El  candidato que llegue tendrá que ser igual de popular, convencer y demostrar que puede ganarle a Sheinbaum, cosa que veo ampliamente complicada.

Pero todo puede cambiar. Las estrategias políticas serán casi quirúrgicas, una falla en cualquiera y puede costarles todo.

La que más presión lleva en este momento es Claudia Sheinbaum que aunque aventaja a todos, tiene que seguir manteniendo esa aprobación a lo largo de más de 365 días.

Lilly Téllez quizá si su discurso fuera menos agresivo pudiera tener posibilidades de competir.

Pero a la gente le cuesta olvidar a veces, y no olvidan que vino de Morena.

Y Margarita Zavala quién no ha dicho “voy yo” pero que está haciendo un extraordinario papel como diputada.

Veremos quién más alza la mano del PRI y del PAN.

Alito queda claro que aunque él siga cantando en un karaoke sintiéndose rockstar, nadie le hace caso ya. Él solito canta, aplaude, se habla, se enoja, calla, se vuelve a enojar y así anda. A todos nos da flojera la verdad.

Y por parte del PRD, a veces hasta tengo mis dudas sobre si ese partido sigue existiendo.

Ojalá que más allá de lo entretenidas que puedan resultar a llegar a ser las encuestas, de veras nos pongamos a analizar nuestro voto a fondo, y podamos poner a prueba a aquellos que  juran y perjuran que merecen ganar.

Pongámosles a prueba. Es lo justo.

Es cuanto.