Prometeo

El Sindicato de Telefonistas y Telmex llegaron a un acuerdo este fin de semana que implica el levantamiento de la huelga que había entablado el pasado jueves a las 12 horas. La primera huelga desde que Carlos Slim se hizo de Telmex a finales de los 80. Un evento significativo que invita a la reflexión del entorno laboral y de negocios en nuestro país. La empresa cuenta con una plantilla de 60 mil trabajadores, de los cuales 35 mil son jubilados, jubilaciones que han sido un privilegio y la bandera de su líder sindical con más de 45 años al frente de ese sindicato. En México el sindicalismo corporativista ha generado que en el país existan mexicanos de primera y de segunda. Sus líderes son vitalicios a menos que entren en conflicto con el gobernante en turno, en tanto gozan de riqueza y poder como magnates y se repica en sus diversos líderes regionales por todo el país.

Por otro lado, trabajar en el sector privado en México donde están inscritos poco más de 20 millones de mexicanos, deberán cumplir con 60 años como mínimo para la pensión por cesantía que es del orden del 80% de su salario y 65 años de edad para la jubilación al 100%.

La jubilación en Telmex

En Telmex se podía jubilar con 25 años de servicio y ya en los últimos años se modificó a 30 años de servicio, esto es que personas que empezaron a trabajar a los 18 o 22 años se jubilaron a sus 40 o 50 años con sueldos promedio de 40 mil pesos mensuales. Ese privilegio no lo quieren perder y presionan como es su estilo, el líder sempiterno moviliza a su gremio. Esos costos sin duda se trasladan al cliente.

Así como Telmex (que mantuvo prestaciones de la época en qué fue empresa del estado mexicano), también sucede en Pemex, CFE, el trabajador del IMSS, o el ISSSTE, que cuentan con esas prestaciones de ensueño para jubilarse relativamente jóvenes y con la esperanza de vida que ronda los 80 años promedio para hombres y mujeres, las pensiones se cubren por 30 años en promedio y en consecuencia los costos sobre las reservas de jubilación son altas y costosas para todos los mexicanos que pagamos por estas condiciones para grupos privilegiados de la burocracia nacional y las entidades de servicios y producción del sector público.

Así que los 20 millones de mexicanos que trabajamos en el sector privado dados de alta en el lMSS, debemos trabajar hasta los 60 años mínimo y cumplir con 1250 semanas trabajadas, que en tiempo serían 25 años, sin embargo, al ser la edad mínima los 60 años para una pensión por cesantía, genera que hayan personas con 35 o 40 años trabajando que no pueden jubilarse hasta cumplir los 60 años.

Pero del otro lado en el sector público tenemos personas que a los 43 o 50 años ya están jubilados y disfrutan de su tiempo y una pensión digna. Son minoría, pero tienen la mejoría en prestaciones que la mayoría no tiene.

A los trabajadores privados sí les aplican la ley del IMSS para jubilación

Este tipo de análisis no lo considera para su discusión de oficio la SCJN, ni las autoridades laborales. Con tantito que presionen los sindicatos de Telmex, Pemex, IMSS, CFE o la burocracia, los ponen en jaque mate, eso sí que no será el trabajador del sector privado, a ese sí hay que aplicarle la ley del IMSS en materia de jubilación. Son los mexicanos de primera y de segunda. Ahí los derechos humanos que tanto alardean no son relevantes en matera de jubilación laboral.

Este tipo de desequilibrios, de inequidad laboral por causa de decisiones de gobiernos anteriores y sus concesiones al sindicalismo corporativista por presiones económicas del país, impulsó a millones de mexicanos, en especial de los 80 a la fecha a la economía informal, la falta de habilidades técnicas o credenciales académicas, los llevo principalmente al comercio y servicios informales, en ese grupo hay 32 millones de personas en el país, son 20 millones de trabajadores inscritos en el IMSS, por lo que hay 7 millones de trabajadores en el sector público y paraestatales con prestaciones de privilegio.

De una población económicamente activa de 60 millones de personas, el 12% labora en paraestatales, gobierno federal, estatales incluyendo el poder judicial, educación y salud. Es sector público en sus diferentes niveles de gobierno.

No hay duda que México debe aumentar su productividad y competitividad en todos los ámbitos público y privado, el mismo AMLO reconoce la pereza y fallas de la burocracia y en especial de la dorada. Subir la productividad laboral es también factor para llegar a jubilaciones en condiciones de salud adecuadas de mínimo los 65 años de edad, pero parejo para todos y contar con el mínimo de semanas trabajadas. Se han hecho propuestas de trabajo similares a las que ya aplican Japón, Alemania, España, Canadá o regiones de USA con turnos de 12 horas con sus respectivos descansos, trabajando cuatro días de la semana (la edad de jubilación promedio mínima en esos países es de 67 años).

Ello incrementaría la contratación formal, bajaría la presión sobre las reservas por pensiones, al comprimir horarios, las personas pueden capacitarse y hacer otras actividades productivas. No es un paso sencillo, pero debe ser parte de la discusión y ahí esta una oportunidad de consulta popular para algo valioso para la mayoría. Ante el tratado y la oportunidad de nearshoring (cadenas de acercamiento de producción) tenemos que tener mejor oferta de valor con relación a la productividad laboral, lo cual generara inversión y crecimiento en el PIB.

Queda claro que el tema económico, involucra lo laboral por su bajo crecimiento y las fuentes de flujo para cubrir los programas sociales y las obras emblemáticas, serán presión para el cierre del 2024 y para los próximos años serán muy complicados para las siguientes administraciones. Esos proyectos deben tener también etiquetados los pronósticos de como aportarán al PIB una vez que estén operando y lleguen a punto de equilibrio.

Tema especial son los ámbitos Judicial y Laboral, ambos se están quedando en expectativas sin cumplir, los tiempos procesales largos y burocráticos, no tienen satisfecho a nadie que recurre al poder judicial, lo más lamentable es el costo y tiempo que generan los juzgadores tanto del fuero común, como federal. El tema Laboral con un proceso que no se ha cumplido en tiempos, pero que no resuelve con justicia y un plan de regularización, el rezago acumulado de cientos de miles de asuntos laborales en el país, miles de ellos con laudos laborales sin ejecutar. Adicional a las controversias y diferencias en materia sindical, casos como Mexicana o InterJet reflejan la baja efectividad de la justicia en materia laboral.

Sin duda hay información de carácter global que genera inquietud en las actividades de negocios y de estabilidad económica, las consecuencias de la pandemia, los precios del petróleo, los conflictos en Ucrania, la posición con relación al tema Energético con USA y la controversia del mismo que se harán con el TMEC involucrando a Canadá. Ese par siempre buscara sus ventajas y si son a modo mejor, no falta tampoco el dramático de este lado que todo politiza y no razona en base al tema de fondo. Que se respete lo legal para las partes y no lo que significa perder y doblarse ante todo lo que se controvierta de fuera si no es justo para la economía nacional.

El país necesita inversión, necesita un sólido sistema de pagos del sector financiero privado con capital nacional mayoritario, ya Santander y del Valle se hicieron a un lado por Banamex, por lo que el grupo de interesados se reduce y el tiempo no está a favor de CITI. Generar empleos es sinónimo de inversión privada, el sector privado buscará escenarios competitivos en materia laboral.

El sector financiero y el bursátil deben ser palancas y fuentes de crecimiento. Generar estrategias que vayan más allá del crédito personal, nómina y consumo, sino al sector productivo regional y su integración vertical en cadenas de valor.

El Mercado Bursátil de México

Es un hecho que el mercado accionario, es muy mencionado en medios y diversos especialistas, tocan el tema como verdaderos expertos y que para la mayoría les parece que hablan de algo difícil de entender para la persona común. Sin embargo, si lo exponemos de manera sencilla, se podrá ver el gran potencial y limitado desarrollo que se ha generado en la mentalidad de empresarios e inversionistas en nuestro país. Refiriéndome a las empresas que cotizan en el (IPC) solo son 145 empresas listadas y a la baja. Es mínimo la participación de empresas en el Mercado Bursátil de México.

Sin duda grandes corporaciones, que entran y salen, son prácticamente las mismas, el mercado no se desarrolla como debería, a pesar de que la actividad bursátil data en México desde 1850, sin embargo, no se desarrolló como debería, desde mi punto de vista no ha generado a formadores de mercado para darle mayor dinámica y acceso a PYMES y que BIVA o la BMV deberían tener como objetivo y desarrollarlos año con año. El mercado bursátil mexicano es pequeño con relación no solo a los países desarrollados, sino incluso en Latinoamérica, el valor del mercado bursátil mexicano es no mayor al 30% del PIB. En Brasil con el 50% de su PIB y con más de 500 empresas en su mercado bursátil, o el caso de Chile que representa su mercado bursátil el 85% de su PIB y con 400 empresas cotizando en su mercado accionario.

Hay que generar la alquimia y sinergias financiera, laboral y de seguridad jurídica para todos los participantes. Hay que dar equilibrio en materia laboral y no será un tema sencillo, hay mucho poder oculto que no va a ceder su posición solo con propuestas e ideas. El tema laboral y el sistema de pensiones debe equilibrarlo en beneficio de todos y no solo de grupos que hoy tienen significativa ventaja sobre los demás.