Lo sabía, y por eso lo mencioné así en este espacio desde hace algunas semanas. La campaña negra contra del actual gobierno, en todo lo concerniente a la aviación va in crescendo conforme nos acercamos al solsticio de primavera, fecha en la que se inaugurará el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Lourdes Mendoza, quien se identifica como “Personalidad de los medios de comunicación” en su cuenta de Twitter (@lumendoz), lleva días abonando a tal propósito. El ejemplo más claro es su columna sobre “incidentes aeronáuticos”. Alguno de los seis medios enlistados para los que dice que trabaja debería avisarle que, si bien es cierto, el sitio Flight Radar 24 informa en tiempo real sobre la posición, altitud, rumbo y velocidad de los aviones, su desconocimiento de la aeronáutica, así como las malas interpretaciones -o de plano la mala leche- la ha llevado a afirmar que el pasado 13 de febrero vio “dos casi colisiones” entre dos aeronaves, importándole un pepino que los equipos mencionados iban a diferentes altitudes y que la separación que había ellos era completamente normal.

No es una percepción subjetiva de mi parte. Constantemente varios pilotos han desmentido a Lourdes Mendoza; incluso comentan que se han cansado de refutarle cada una de sus pifias, que sigue sin comprender. No son ignorantes ni neófitos los que lo dicen, son comentarios de pilotos que vuelan en las diferentes aerolíneas del país, así como pilotos privados e instructores de vuelo, que tienen una licencia para ejercer su profesión y cuentan con conocimiento a profundidad sobre el tema.

En un afán alarmista, la comunicadora Mendoza “grita desaforadamente” que por culpa de la 4T estamos en vísperas de tener un accidente aeronáutico. Así como lo lee, estimado lector, lo hace sin ningún pudor y con todavía menos conocimiento sobre el tema.

Ayer en la tarde, comenzaron a llegarme imágenes del incidente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con una aeronave de la compañía Delta Airlines. Compañeros de la aviación que estaban en el lugar de los hechos me mandaron videos, fotografías, comentarios y todos pormenores.

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Curiosamente, ese mismo día, pero en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, un 737-800 de American Airlines con destino a Phoenix, Arizona, sufrió la ponchadura de una llanta en la pista 31L, por lo que tuvo que abortar su despegue.

Yo estaba siguiendo la información publicada sobre ese evento cuando me entero de que en el AICM, un avión de Delta (Vuelo 609) con destino a la ciudad de Minneapolis tuvo un aborto de despegue. De manera inmediata Lourdes Mendoza aseguró que la causa fue por “caer en una coladera y que no la podían levantar”. Sin empacho y sin juicio previo, culpó al actual gobierno de “ineptitud y austeridad en su máxima…” (sic.)

Interpreto palabras tecleadas en su Twitter, y aprovechando que aquí puedo usar más 280 caracteres, diré que lo que Lourdes Mendoza demuestra, en su máxima expresión, es su austera -rigurosamente ajustada- comprensión del incidente.

Y es que le pasaron la información, pero sin explicarle en absoluto lo que es un aborto de despegue. En este caso el avión tuvo una ponchadura cuando comenzaba la carrera de despegue. Solo con el fin de dejar el tema aún más claro, les pregunto: ¿se les ha ponchado una llanta mientras van manejando?, ¿se han percatado que el carro vira hacía el lado del neumático dañado? El volante gira bruscamente y existe un esfuerzo extraordinario para mantenerlo derecho; algo similar pasó con este avión, y con el de Nueva York, por supuesto.

Sería absurdo pretender manejar todos los temas. Por eso busqué la opinión de un Ingeniero Civil, perito en la materia. @rulas1409, es experto en aeropuertos, y justo acaba de participar en el mantenimiento de las pistas del AICM. Nos aclara que el avión A319 de la compañía Delta tuvo la autorización de despegar por la pista 05L, y que durante el proceso de la velocidad inicial de despegue se reventó un neumático del tren de aterrizaje principal, del lado derecho.

Esto, con la velocidad que llevaba el avión, el desplazamiento del equipo se fue hacia el margen de la pista (costado derecho) pasando durante su proceso de frenado por encima de lo que se conoce como “trincheras pluviales”, de tal forma que el tren de aterrizaje derecho quedó dentro de una trinchera, no de “una coladera”, como lo menciona Lourdes.

Con esa información, el experto llega a una conclusión con la que yo coincido plenamente: la responsabilidad es única y exclusivamente de la aerolínea norteamericana. Ellos deben remolcar el avión, pues cuentan con personal para ello; no es responsabilidad del AICM. En este caso concreto, la ventanilla a la que había que acudir era a la de Aeroméxico, quien le brinda el servicio a Delta aquí en nuestro país... para algo son socios.

Ya he hablado de los trabajadores de rampa de Aeroméxico. La empresa empezó a despedirlos y a recontratarlos vía empresas de servicios especializados (léase outsourcing). A estos trabajadores es a los que les corresponde “retirar” la aeronave de la pista. Insisto, el personal del aeropuerto no tiene esa facultad. Cualquier expresión que así lo exija, o culpe a la administración actual por ese incidente, es un sinsentido.

Es importante ponerle un alto a la estridencia mediática que sólo busca generar ruido, y una andanada de likes, desinformando a la gente. Lamentablemente no fue el único caso; ese mismo día Ana María Lomelí tuvo el desatino de tuitear a bordo del avión donde se encontraba: “cuanto tarda en reparar una llanta ponchada, no podrían hacer a un ladito el avión ponchado?? Humilde sugerencia o ya de plano nos bajamos, hay niños”.

Aquí mi respuesta, que no es humilde, pero sí muy respetuosa: Ana, no quiero que seas una experta en el tema aeronáutico, pero un poco de sentido común no te caería nada mal. No es solo “la llanta ponchada”; la aerolínea, junto con los mecánicos tienen que revisar si el avión tiene daños estructurales antes de poderlo remolcar, porque son equipos que además de costar millones de dólares, tienen la función de llevarte, a ti y a todos los demás pasajeros, sanos y salvos a su destino, por lo que el tiempo ocupado para tal efecto está más que justificado.

En lugar de quejarte, deberías agradecerlo y ser más empática con los trabajadores. Borra de tu mente la imagen de la vulcanizadora o taller de talachas que has visto a la orilla de las carreteras. Todos estos trabajadores son calificados y cuentan con una licencia especial para trabajar ahí. Ellos saben y están conscientes de que cada minuto que se pierde son cifras estratosféricas de dólares. Están mal pagados, pero no son indolentes.

Termino con esto, ¿cuál fue el manejo mediático del incidente de aborto de despegue por estallamiento de un neumático en el aeropuerto JKF? El titular del Diario NY, en su versión en español citó lo siguiente: “Explotaron neumáticos antes de despegar: emergencia en avión de American Airlines en aeropuerto JFK de Nueva York”; por otra parte, Univisión en Nueva York lo abordó de la siguiente manera “Se revientan dos neumáticos de avión American Airlines en pleno despegue”.

¿Cómo lo maneja Lourdes Mendoza, personalidad de los medios de comunicación?

“Ayer el avión de @R_DeltaAirlines 605 abortó la carrera de despegue en el @AICM_mx por una indicación en un motor y al frenar se le poncharon dos llantas! El problema fue que cayó en una coladera y no lo podía levantar! Fue un desmadre! Ineptitud y austeridad en su máxima…”

Lourdes Mendoza

Bien valdría que Lourdes y Anita leyeran La Carta Mundial de Ética para Periodistas, que establece como faltas graves la distorsión mal intencionada, la calumnia, la maledicencia, la difamación y las acusaciones sin fundamento. Pero es Usted, amable lector, quien tiene a mejor opinión.