Buscando otros deportes para mi hijo pequeño me di cuenta que en la CDMX lo que hay es futbol, pero no hay tanta oferta para los niños de otros deportes que no sea ese. Es curioso porque al ser de Monterrey, allá hay más oferta deportiva para el desarrollo de los niños y es fácil conocerla pues allá todos tenemos un amigo que tiene a sus hijos en el futbol americano, baseball y el ahora popular futbol bandera.
Cuando era niño siempre hubo la posibilidad de jugar otros deportes de equipo fuera del futbol, elegí jugar futbol pues es lo que jugaban mis amigos, pero eso no significa que no haya probado otros deportes. Estuve en artes marciales, gimnasia, baseball, un par de días en el entrenamiento de futbol americano, natación y tenis. En ninguno fui un gran atleta pero la práctica de todos estos deportes me dio la oportunidad de desarrollarme y aprender más sobre cada uno. No jugué deportes fifís como el golf o la esquiada, y considero que los que me tocó jugar no se necesita una gran inversión.
¿Por qué en la Ciudad de México hay tan poca oferta de otros deportes? Saldrá alguien a decir que sí hay todos los deportes, pero la verdad muchos de ellos están muy lejos para que la práctica para uno niño o niña sea fácil. Además, a los amigos chilangos les gusta de sobre manera que jueguen futbol.
Haciendo un ejercicio matemático simple, en un equipo de futbol infantil por lo general juegan 7 y en ocasiones 11. Aunque los cambios sean infinitos, si todos los niños que entrenan en un equipo de futbol tienen las mismas oportunidades de jugar, pues todos jugarían algunos minutos. En un caso real, no todos los niños tienen la misma habilidad o pasión para hacerlo por lo que los que no son tan buenos juegan mucho menos. En un entrenamiento de futbol con muchos niños en el equipo es imposible darles un entrenamiento adecuado a todos y como humanos todos tendemos a la ley del mínimo esfuerzo, entreno a los que si juegan bien y a los que no les aviento un balón y a ver que hacen. Esto hace que los que no juegan bien jueguen menos y los que si juegan bien jueguen más. Si a esto le sumamos que todos los papas de los niños quieren que jueguen al futbol porque ahí están los populares pues aumenta más la cantidad de niños que se quedan sin la oportunidad de hacer algún deporte pues ante la gran cantidad de huercos que están en el equipo pues no se les pone la misma atención a todos. Y como adendum, imagine que el entrenador de la escuela logra administrar a la gran cantidad de niños para que todos jueguen, no falta el papá o la mamá que diga “para que meten a Tachito si es malísimo” sin pensar que los deportes infantiles son para el desarrollo físico y emocional de los niños y enfocándose solamente en ganar un juego que a la larga resulta intrascendente.
Mi gran problema es que mi hijo más pequeño me dijo: “Papá, no me encanta patear el balón”, declaración que me puso contra la pared después de un año de tenerlo entrenando con el equipo. ¿Qué me dice esto en un niño pequeño? Que no se divierte en los entrenamientos y seguramente no se involucra. Que los entrenadores tienen que lidiar con un gran grupo de niños que sí se interesan y no le queda tiempo para animar con otro tipo de juegos para que los niños se interesen en el juego o al menos hagan ejercicio, entre otras cosas. Y no es el único niño, seguramente aparte de mi hijo hay otros que no les gusta y hacen una pandillita que hace de todo menos entrenar.
Si estuviera en Monterrey, ya le hubiera buscado otros deportes, pero como le digo, hay poca disponibilidad de estos deportes en un radio cercano a donde se desarrolla mi hijo y no lo voy a meter a un lugar donde tome más de una hora ir y venir pues así va a acabar odiando ir.
En la infancia debe de haber una combinación de diversión y hacer ejercicio para que se desarrollen. Yo esperaría que en la CDMX se desarrollaran más espacios para que los pequeños practiquen otros deportes que no sean el futbol y seguramente las generaciones que tengan este tipo de prácticas serán menos obesos, tendrán otro tipo de habilidades y además podrán participar en torneos y competencias reafirmando su estabilidad emocional y en estos tiempos, se alejarían de las pantallas.
Y si los padres quieren triunfos es cuestión de ir a las páginas deportivas y ver quiénes destacan. Hace rato le di una ojeada la sección de deportes y vi campeones en natación, gimnasia, clavados y a Del Toro haciendo grandes hazañas en Italia, de futbol solo chismes de jugadores extranjeros.
El futbol como espectáculo es fantástico y es bueno para desarrollar a los que les gusta, pero para los que no les encanta patear el balón debería de haber otras alternativas, ¿no cree?
¡Ánimo!