En política la resurrección existe. Particularmente en la política mexicana, el mejor ejemplo de esta circunstancia es AMLO quien en dos ocasiones perdió la presidencia de la república y renació de sus cenizas para obtener un triunfo arrollador en 2018. Hay varios ejemplos más, pero el más significativo en la actual coyuntura de cara a las elecciones de 2024, es Santiago Creel, quien aprovechó su presidencia de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados para renacer políticamente.

Quizá tarde, quizá en desventaja, pero al momento de escribir estas líneas, Santiago Creel ocupa el primer lugar en las preferencias para ser el abanderado del PAN a la presidencia y por tanto, de la coalición Va Por México. El segundo lugar lo ocupa Lilly Téllez.

La oposición perdió tiempo valioso en la grilla. El ejemplo más significativo de esta circunstancia es lo que ocurrió en la elección de Va por México en el Edomex. Si Alejandra del Moral hubiera sido designada con meses de anticipación la distancia con Delfina Gómez no sería tanta.

La suerte es un factor para los porteros y los políticos. En el año 2000, Santiago Creel perdió la Jefatura de Gobierno ante AMLO, pero fue Secretario de Gobernación de Vicente Fox por casi seis años. Después perdió ante Felipe Calderón la elección para ser candidato del PAN a la presidencia en 2006, pero fue electo senador y presidió la mesa directiva del Senado. Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y la primera mitad del gobierno de AMLO, estuvo prácticamente en el retiro. En esta legislatura fue electo diputado plurinominal, pero no forma parte de la burbuja del coordinador Jorge Romero o goza de las confianzas del presidente del PAN Marko Cortés.

En el reino de los ciegos el tuerto es el rey. En el 2021, AMLO adelantó su sucesión y destapó a sus corcholatas, lo cual le dio una ventaja considerable. Los meses pasaron y en el polo opositor nadie levantó la mano para la presidencia de la república. Ni los gobernadores, ni los ex candidatos decían con claridad “yo quiero”. En Nueva York declararon culpable a Genaro García Luna de narcotráfico, lo cual sepultó las aspiraciones de Margarita Zavala. Por su parte, Ricardo Anaya intentó hacer política fuera del país y fracasó.

AMLO y Santiago Creel tienen una historia política que se toca en varios momentos. A veces fueron aliados y otras opositores. Santiago Creel fue parte del equipo legal de AMLO cuando éste ocupó la presidencia nacional del PRD; después fueron rivales en la capital del país. Recientemente, en su conferencia mañanera AMLO envió un reto directo al diputado Creel con relación al tema de la SCJN.

Creo que el presidente se siente cómodo teniendo a Santiago Creel como el adversario de alguna de sus corcholatas. Así es el poder, más cuando tienes la posibilidad de construir tú mismo a tus opositores. No digo que sean opositores a modo, sino personalidades políticas que se conocen. Eso pienso yo ¿usted qué opina? La política es de bronce.

Twitter: @Onelortiz