Para la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), hay tres cosas prioritarias dentro de la aviación. Así lo hizo saber en el marco de la Conferencia Mundial de Seguridad y Operaciones (WSOC, por sus siglas en inglés), que se llevó a cabo en Xiamen, China.
Destacó que para la IATA, los tres puntos básicos e importantes en la industria aérea son:
- La defensa y el desarrollo de los estándares globales.
- El fomento de una cultura sólida a través del liderazgo.
- La utilización responsable de datos, con la finalidad de mejorar el rendimiento en los desafíos operativos, que van “in crescendo”.
Básicamente, la IATA considera valioso y trascendental que la operación aérea se lleve a cabo de forma segura y por eso se establecen estándares. Sin embargo, la nota discordante que impide que se puedan seguir a rajatabla, son los conflictos bélicos y, por supuesto, la “fragmentación regulatoria”, o dicho de una manera coloquial, lo que en los hechos se traduce en “yo pongo mis propias reglas”.
De hecho, podemos decir que es la naturaleza de la IATA, pues esta organización supranacional nace después de la Segunda Guerra Mundial y, justamente, después del auge importante que la aviación comercial tiene para la población en general como medio de transporte. En esa época cada territorio inventaba sus reglas y sus propios estándares, lo que evidentemente trajo aparejados varios accidentes fatales al no existir homogenización en las reglas de seguridad.
En la actualidad, hemos sido testigos de cómo se ve afectada la aviación comercial con los cierres a ciertos espacios aéreos, consecuencia de guerras y conflictos bélicos. Incluso, nos consta lo tirantes que llegan a ser las relaciones entre naciones cuando la cuerda se tensa demasiado, por ejemplo, con la cada vez más frecuente “intromisión de drones” que afectan las operaciones y las vuelven inseguras.
Menciono un ejemplo: el Aeropuerto de Munich lleva cierto tiempo luchando contra los drones. La semana pasada tuvo que cerrar dos veces su espacio aéreo al detectar por la presencia de estos objetos voladores.
La consecuencia fueron 17 vuelos cancelados, afectando alrededor de 3 mil pasajeros. Y a todo esto hay que sumarle que las interferencias a los sistemas de navegación global vía satélite (GNNS) han ido en aumento, lo que termina por darle al traste a la seguridad aérea.
Por esta razón, la IATA no ceja en su búsqueda de que la aviación siga siendo el transporte aéreo más seguro a nivel mundial. Durante la conferencia en China, Mark Searle, director global de Seguridad de la IATA, declaró:
“Garantizar que la aviación siga siendo el medio de transporte más seguro requiere un liderazgo sólido, un firme cumplimiento de las normas globales y un uso más inteligente de los datos. Al centrarnos en estos aspectos —industria y gobierno juntos— construiremos un sistema de aviación global más seguro, resiliente y cada vez más eficiente, capaz de gestionar los riesgos actuales, y preparado para los del futuro.”
Por eso la IATA ha trazado la siguiente hoja de ruta:
- Abordar las interferencias del GNSS.
- Protección del espectro radioeléctrico de la aviación.
- Turbulence Aware.
- Información predictiva sobre seguridad.
- IOSA basada en riesgos.
- Carta de Liderazgo en Seguridad.
- IATA Connect.
Vamos a desglosarlo de una forma sencilla, para que no se queden pensando qué quiere decir todo eso. Entre 2020 y 2024 -tras la pandemia de Covid- las interferencias a los sistemas de GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite) han crecido en un 200 por ciento. Por eso, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés), de la mano con la IATA, han presentado un “Plan de Resiliencia del GNSS”, el cual se enfoca en cuatro puntos: “monitoreo y presentación de informes, herramientas de prevención, infraestructura de respaldo y coordinación civil-militar”.
Además, quieren un siguiente paso, que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) cree estándares y directrices para su posterior adopción a nivel global.
En cuanto al espectro radioeléctrico, si bien es cierto estamos en el 5G, también lo es que estamos a punto de pasar al 6G, y lo que se busca es la coordinación entre los reguladores de las telecomunicaciones, pero sobre todo con plazos realistas para la mitigación de la interferencia radioeléctrica, así como el desarrollo de sistemas aéreos más “resilientes”.
Al respecto, en la conferencia asiática se dijo: “Las normas globales del Anexo 13 del Convenio de Chicago definen claramente la necesidad de realizar investigaciones de accidentes oportunas. Sin embargo, solo el 58% de los accidentes ocurridos entre 2019 y 2023 han dado lugar a un informe final. Los retrasos dificultan que la industria aprenda lecciones vitales de seguridad y generan espacio para la especulación y la desinformación. La IATA continúa recordando a los gobiernos sus obligaciones, al tiempo que reconoce los avances, como los informes preliminares emitidos con prontitud tras los recientes accidentes en India, Corea del Sur y Estados Unidos”.
En diciembre del año pasado pude conocer el programa “Turbulence Aware” de la IATA, durante el Global Media Day, celebrado en Ginebra, Suiza. Se trata de un programa que en tiempo real “arroja” diferentes avisos a los pilotos, sobre todo de turbulencias en aire que el radar de los aviones no suele detectar, y que lamentablemente han ido en aumento.
Hoy la IATA nos informa que busca que las aerolíneas se sigan sumando a este programa; por ahora son alrededor de 3200 aviones compartiendo en tiempo real las condiciones climáticas adversas, y con ello se ha logrado una mejora en la gestión de los vuelos, disminuyendo las consecuencias por las turbulencias en aire claro.
La base de datos SafetyIS, permite realizar análisis predictivos, y actualmente está trabajando con 217 líneas aéreas a nivel global, lo que permite mitigar los riesgos de colisiones en los aeropuertos.
La importancia de que las aerolíneas se sometan a la auditoría IOSA (ATA Operational Safety Audit) radica en que la misma corrige y refuerza la seguridad operacional. De hecho el pasado el 11 de septiembre la aerolínea Volaris refrendó por décima ocasión que renovó su registro IOSA.
Otro de los puntos, es el relacionado con el liderazgo. La IATA pretende “promover ocho principios básicos de liderazgo en seguridad, la carta ahora cubre alrededor del 90% del tráfico global, fortaleciendo una cultura basada en el liderazgo, estándares globales y datos”.
Y al final, no por ello menos importante –de hecho yo creo que es lo más importante– mencionó a la herramienta IATA Connect, que reúne a más de 600 organizaciones y tiene 5,600 usuarios, que pueden acceder a un catálogo bastante amplio para la gestión de la seguridad en la operación aérea, como lo es la documentación de IOSA, al Safety Issue Hub y Safety Connect.
Lo dije al inicio: la implementación de estándares a nivel mundial garantiza una operación segura y mucho más eficiente, lo que es un beneficio que se ve reflejado en los usuarios, quienes al final deben confiar en que no solo tienen operaciones aéreas más seguras, sino una mejor experiencia de viaje, como evitar las turbulencias en aire claro.
Espero que los espacios cerrados a la navegación aérea pronto sean reabiertos, en aras de que la aviación siga siendo el mejor medio de transporte, y porque sería una señal inequívoca de que, a pesar de diferencias que hoy parecen irreconciliables, la humanidad puede seguir coexistiendo en este planeta. La industria aérea abona con su granito de arena.