“Vivía en un estado totalitario de libertad, en un régimen autoritario de pleno albedrío, todo lleno de edictos y decretos ordenándole hacer lo que le diera la puta gana.”

SANTIAGO LORENZO

“Un hombre es capaz de perdonarlo todo menos que le digan la verdad.”

CARLOS RUIZ ZAFÓN

Cuando hablo de mediocridad y despreciar el compromiso, no me refiero a la actitud de la 4T al respecto del desempeño de la Selección Mexicana en Qatar 2022 —aunque también— sino de otro asunto. Una vez más, el presidente del humanismo mexicano —sinónimo de frustración, venganza y resentimiento— descalificó a quien piensa diferente. Bastó un incidente en la FIL para que, de su ronco y pausado pecho, lanzara invectivas en contra de quienes ahí se reunieron.

Sigue muy sensible a las demostraciones que pudieran pensarse en su contra o opuestas a su gobierno pues, sin pregunta de por medio de ningún periodista, en la mañanera dijo: “una diputada, Armendáriz, fue a la Feria del Libro de Guadalajara y quiso hacer un planteamiento sobre nuestro proyecto y le empezaron a gritar”.

En realidad, “describir el proyecto” estaba consistiendo en ensalzar al presidente López Obrador. Esto es, lo que hizo la diputada por Morena, Patricia Armendáriz, fue decir que el más liberal de los presidentes que ha tenido México en su historia es el tabasqueño… Me parece que dichas palabras consisten en una opinión, en una coba, en hacerle la barba al mandatario, mas NO la descripción de un proyecto. ¿O me equivoco?

Y si bien a las mentiras que diariamente profiere el tabasqueño —y de las que lleva cuenta Luis Estrada de la empresa SPIN— nadie les pone un alto, es justo, democrático, libertario que, aunque Armendáriz sea diputada, se le pueda abuchear —sí, abuchear— cuando falta a la verdad. Digo, el público que asiste a la FIL de por sí no es muy afín a los mentirosos —y ahí sí mediocres— políticos, más allá de la adscripción ideológica de estos.

¿O ya no recuerdan la visita de Enrique Peña Nieto a la Feria de Libro cuando este aún era candidato presidencial? La rechifla que recogió entre los asistentes por no poder citar tres libros que le hubieran marcado la vida fue épica y transmitida por todos los medios de comunicación. El político no se quejó del trato.

Y es que, siendo francos, la especialidad de los miembros y simpatizantes de la 4T es hacerse los llorones, los ofendidos, las víctimas. Buscar los reflectores a cómo dé lugar. ¿O qué? ¿En serio pensaba la diputada que tendría un día de campo en ese foro?

Ahora, tal vez si le hicieran a AMLO la misma pregunta que le formularon entonces a Peña, él sí podría citar los libros que le han cambiado la vida. Empezando por los que él ha “escrito”, usufructuado, obtenido regalías de las que sigue sin pagar impuestos…

Un libro que el primer mandatario seguro no citaría, pero que bien que le ha marcado es “El rey del cash”; este, por cierto, podría servir de prólogo (o inicio de serie) a otros títulos como “El habitante de Palacio Nacional”, “El acarreo a las marchas”, “Un ganso resentido” y “La 4T: una oda a la mediocridad”, por citar algunos…

Además de lo anterior, resulta ser que en su mañanera López Obrador se lanzó en contra de Denise Dresser por haber participado en la FIL. Para variar, el presidente cambió lo que dijo la politóloga en la misma (solo AMLO supera a Liz Vilchis por cuanto a manipular y mentir desde el púlpito del Salón Tesorería).

Vale recordarle al inquilino de Palacio que la FIL es la feria más importante de la lengua hispana y que, como tal, no caben sus descalificaciones. Se trata de un foro abierto a todo el mundo, no originado en el conservadurismo, como él considera. Tampoco es ese “a donde van todos los intelectuales orgánicos a hablar mal de nosotros” pues, como señaló Dresser: “el intelectual orgánico es alguien que defiende al gobierno y al poder”. En esa categorización entrarían “El Fisgón”, Pedro Miguel, Paco Ignacio Taibo II o Jorge Zepeda Patterson. Filas adelgazadas con la salida de Elenita Poniatowska, Gibran Ramírez, Porfirio Muñoz Ledo…

Y aunque no lo dijo, al macuspano tal vez también le molestó que Porfirio estuviera presente en la feria literaria participando en la mesa “Populismo y democracia”, donde el avezado político de izquierdas dijo: “yo estoy convencido de que Andrés está transitando de la democracia a la tiranía”.

En la misma mesa, estuvo el politólogo José Fernández Santillán, quien considera que lo que México requiere para parar el régimen populista que se mueve rápidamente hacia un régimen tiránico se resume en una sola palabra: educación (Jean-Jacques Rousseau).

Desde la palestra palatina, Andrés Manuel soltó: “Allá van todos los intelectuales orgánicos a hablar mal de nosotros. Por eso les dieron en España también un premio…”

Seguramente se refiere al arqueólogo mexicano Eduardo Matos quien apenas recibió el premio “Princesa de Asturias” a las ciencias sociales por su labor de recuperación del Templo Mayor. O tal vez se trate de Agustín Carstens por su premio de economía “Rey de España”.

Porque si se refiere a Juan Villoro —cuando este señaló que en la Cuarta Transformación los más beneficiados han sido el ejército, los millonarios y el narcotráfico —valdría la pena recordarle al mandatario que el premio que recibió fue en Colombia…

La FIL es la mejor y mayor feria del libro de lengua castellana en todo el mundo; López Obrador es el resentido más grande de cuantos presidentes ha tenido México.