“Larga paciencia aplaca al príncipe.”

Libro Probervios del Rey Salomón

Una de las estrategias políticas más admirable que existe en toda la Historia de México como país independiente, es, sin lugar a dudas, la expropiación petrolera, encabezada por el General Lázaro Cárdenas del Río durante su mandato presidencial, en Marzo de 1937, quien, aprovechando diplomática y estratégicamente la debilidad de Inglaterra en esa época, en la que su primer ministro Neville Chamberlain se doblegaba ante el imperialismo de Hitler, logró sus objetivos de expropiar el petróleo mexicano a las compañías inglesas y extranjeras.

Pero esa no sería la estrategia más grande del mismo General Lázaro Cárdenas. quien desde niño y adolescente ya sabía lo que le deparaba el destino para cambiar la historia de México, y del mundo, y ahí precisamente estriba su gran estrategia, haber logrado permanecer con bajo perfil durante su vida; durante la Revolución Mexicana cumplió la mayoría de edad y se mantuvo, repito, al margen de los acontecimientos, y posteriormente también mantenerse así durante el presidencialismo post-revolucionario tan controversial que sucedió, para lograr, después, ser presidente de México, y cumplir sus sueños y objetivos en la vida.

Lázaro Cárdenas nunca estuvo de acuerdo con la sucesión presidencial de su época, se abstuvo con las políticas internacionales ajenas a sus intereses, incluyendo al controversial telegrama Zimmermann, no participó en las pugnas que hubo con la División del Norte y el ejército del general Álvaro Obregón, ni criticó la política de Plutarco Elías Calles con la que nunca estuvo de acuerdo; por eso, fue precisamente esa capacidad suya de mantenerse al margen y evitar confrontaciones y problemas, su gran estrategia para conseguir ocupar la silla presidencial de México, y colocarse la bandera nacional en su pecho, y así, finalmente, consolidar sus ideales, y en su momento preciso, declarar constitucionalmente la Expropiación petrolera en beneficio de México y de los mexicanos.

Por eso, la paciencia del general Lázaro Cárdenas es, ha sido, y será, un modelo a seguir como una de las estrategias políticas más admirables en la historia de México, y en la toda la historia universal, y no sólo del siglo XX.