Le debía esta entrega a quienes día a día hacen el favor de leer esta columna. El mate a dos torres se ha consumado. La salida de Estrada Ferreiro de la presidencia municipal de Culiacán, es el ‘mate’ que finiquitó la partida.
Las dos torres se movieron con maestría para ahogar al “rey”. El H. Congreso hizo lo propio. La Fiscalía secundó la faena. Estrada se autoacorraló. El jaque mate llegó inminente.
Toda la efervescencia política se desarrolló en la semana del primer aniversario de Estrada como alcalde reelecto en Culiacán. Casualidad o coincidencia del destino. Así fue. Después de declarar ante diversos medios de comunicación que no renunciaría, Jesús Estrada Ferreiro abandonó Palacio Municipal y abandonó la capital sinaloense.
La incógnita que todos se han hecho es: ¿por qué se fue Estrada Ferreiro? Ya había solicitado licencia para llevar su proceso como un ciudadano. El abogado exalcalde, sabe de leyes.
Al parecer la historia mediática no termina con su viaje al extranjero. El exedil sabedor de las carpetas que se le imputan, eligió nuevamente el camino sinuoso. Una vez más, su tozudez y soberbia, le han llevado a tomar nuevamente decisiones que lo ponen al borde del abismo.
El caso aun no está cerrado. Está pendiente que sea llamado para audiencia por sus dos carpetas integradas. Una por los delitos de discriminación y abuso de autoridad. La segunda, por corrupción. Será citado por el juez. De no presentarse, el juez podrá solicitar el auxilio de la fuerza pública para que lo haga. En términos llanos, implicaría una orden de aprehensión.
El exalcalde supo rodearse en el H. Ayuntamiento de un equipo de mujeres y hombres capaces y profesionales. Virtuosos, preparados y con vocación de servicio, devenidos en peones de una partida mal jugada por su jefe político. Lamentable es, que no ha sabido medir las consecuencias de sus actos. Mismos que pueden arrastrar con él a sus más allegados.
Estrada Ferreiro busca salvarse desde el extranjero
En la ruta de su defensa. Ha intentado ganar tiempo. El recurso de amparo que ha interpuesto pretende justamente eso. Su huida al extranjero, no es otra cosa que el egoísmo de un liderazgo irresponsable. Salvarse él, y dejar a su equipo a la deriva. Un equipo que deberá plantar cara a lo que puede venir. Estrada Ferreiro interpone recursos de amparo desde el extranjero buscando salvarse a sí mismo. Los demás, sus peones, los considera sacrificables.
El jaque-mate se ha consumado. El análisis de la partida, nos deja un registro de movimientos desprolijos y desconsiderados. Una pésima partida, de un pésimo jugador.
Lo que realmente importa, es que Culiacán tiene nuevo alcalde. Uno que en su primer día hábil comenzó a resolver el problema de las viudas de policías. Hecho que demuestra que el asunto era solamente de voluntad política. Tanto el gobernador Rocha Moya como el presidente Gámez Mendívil, envían un mensaje de trabajar para la justicia y el bienestar del pueblo.
Vanessa Félix en Twitter: @Jvanessafelix