Nuestro país ha sido pionero en la aviación, pudiendo considerar al ingeniero Guillermo Villasaña como el principal precursor e impulsor de la aviación mexicana. Hace de 114 años, en 1908, construyó su primer modelo de avión. Y lo más asombroso de todo, lo hizo a la edad de 13 años

Originario de Pachuca, Hidalgo, el 11 de abril de 1910, en el velódromo de Pachuca probó su primer aeroplano, equipado con un poderoso motor “Curtiss”, de 15 caballos de fuerza, aunque falló en su primer intento por hacerlo volar.

El primer vuelo de aeroplano en México

Sabemos que unos meses antes, el 8 de enero de 1910, Alberto Braniff, en los llanos de Balbuena que hoy son el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), tuvo éxito y logró realizar el primer vuelo en aeroplano en nuestro país.

Y por supuesto, no podemos dejar de mencionar el gran revuelo que se causó, hace más de un siglo, cuando el primer avión aterrizó en Guanajuato; y es que no era para menos, ¿se imaginan ustedes a la gente de la época, ver un artefacto volar? Gracias a que existen registros en el Archivo Histórico de León, sabemos que “Fue todo un acontecimiento, acudieron numerosas personas movidas por la curiosidad”, narró una edición de El Pueblo Católico, del 31 de diciembre de 1911. “Fue un espectáculo deportivo de dos días de aviación”.

El Halcón II hizo su primer vuelo en Guanajuato

Hoy una vez más, Guanajuato es testigo del primer vuelo realizado por un avión cien por ciento construido en México. El Halcón II, realizó este primer vuelo despegando del Aeropuerto Nacional Capitán Rogelio Castillo, mejor conocido como Aeropuerto de Celaya en Guanajuato.

Estuvo presente Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, gobernador del estado de Guanajuato. El modelo fue totalmente construido por la empresa Horizontec. Ya antes habían sacado el modelo Halcón I, una primera nave experimental, que permitió sacar el siguiente modelo: el Halcón II, cuya finalidad es ser una aeronave comercial.

Se trata de una aeronave orgullosamente mexicana; un avión biplaza que busca satisfacer la formación de nuevos pilotos, así como ser usado de forma recreativa, y también para vigilancia aérea por parte del Estado.

Este proyecto se viene trabajando desde el año 2015, y es un avión que se ha calificado dentro de la categoría LSA (Light Sport Aircraft), que además cumple con todos los estándares internacionales de la Sociedad Americana para Pruebas y Materiales (ASTM). Su director, Giovanni Angelucci Carrasco, informó que después de realizar 50 vuelos de prueba con el modelo H2 (Halcón II), se demostró la aeronavegabilidad del nuevo equipo.

Existen planes de ampliarlo, de dos a cinco plazas, en un futuro próximo. Esta empresa armadora nació gracias al impulso de la Universidad Aeronáutica en Querétaro.

Para lograr esta nueva aeronave, estuvieron trabajando en conjunto con el Centro Nacional de Tecnología Aeronáutica (CENTA) y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI).

Como nos podemos dar cuenta, nuestro país tiene un enorme potencial en materia aeronáutica; tenemos los mejores ingenieros, egresados muchos de ellos tanto de la Universidad Aeronáutica de Querétaro como del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

En este evento, llevado a cabo el día 5 de julio, la nueva aeronave fue pilotada por el Capitán José Javier Barbosa Castro. Estando presente la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), a quien agradecieron por su apoyo en este gran lanzamiento.

Qué lejos está aquel 24 de septiembre de 1871, cuando Don Joaquín de la Cantoya y Rico, elevó sobre la Plaza de la Ciudad de México (Zócalo) un globo aerostático, para después caer en la calle de San Agustín, sin que lo pudieran detener, ya que volvió a elevarse, cayendo finamente en el Campo Florido.

Los inicios de la aviación en nuestro país se remontan a dos siglos, el XIX y XX. Ahora vemos con beneplácito en pleno siglo XXI la creación de una aeronave. Ojalá sea el principio de una creciente industria armadora en nuestra nación.