I. Fe. La fe en que el “Plan México” se vuelva realidad, no solo discurso. El crecimiento del PIB continúa detenido. El último reporte mostró:

• Crecimiento mensual: +0.03%

• Crecimiento anualizado: 0.0%

• Proyección 2025–2026: entre 0.0% y 0.5%

PIB por sectores:

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• Primario: ~2.3% anual; representa 3.4% del PIB.

• Secundario: –1.2% a –2.9% anual; manufactura en contracción.

• Terciario: +1.1% a +1.5%; sostenido por comercio e informalidad.

Comparación internacional:

• OCDE: 1.4–1.6% de crecimiento promedio.

• Latinoamérica: 1.7–2.0%.

• México: 0.03–0.5%.

El problema no son aranceles ni el clima, es la mezcla de inseguridad, informalidad, falta de infraestructura energética, rezago en salud y educación, y un Poder Judicial sin credibilidad.

Estos elementos juegan un papel clave en la renovación del T-MEC en 2026.

II. Esperanza. Que el campo, el transporte y las MIPYMES reciban subsidios productivos y seguridad real.

El campo exige:

  • Subsidios productivos (no solo transferencias).
  • Fondeo para tecnificación, semillas y maquinaria.
  • Caminos rurales, centros de acopio y cadena de frío funcional.
  • La ganadería necesita resolver el tema de exportación por las complicaciones del gusano barrenador.

Datos críticos:

• Crimen organizado: costo nacional > USD 19,000 millones anuales.

• Extorsión: +10% anual; 97% sin denuncia.

• Transporte: 3 de cada 10 rutas catalogadas de riesgo alto.

Sector financiero:

• 5 bancos concentran ~70% de los activos.

• Cartera total = 38–40% del PIB (Chile 80%, Brasil 55%, OCDE 100%).

• Solo 15% de MIPYMES accede a crédito formal.

  • Agro: recibe <2.5% de la cartera nacional.
  • La cartera se concentra en créditos al consumo, vivienda residencial y créditos corporativos.

Sin seguridad ni crédito productivo, no hay esperanza para el campo, la industria regional ni el transporte.

La reforma judicial pausa la colocación productiva del sector financiero. La incertidumbre y el riesgo de largos plazos, así como la improvisación y soberbia en los puestos judiciales, es complicado, más ahora con sobrerregulación y condiciones específicas para tener determinación de incobrabilidad en montos mayores a 30 mil udis.

III. Caridad. Programas sociales como flotador que no sustituye un barco.

La deuda pública oscila en 54% del PIB.

El costo financiero del gobierno aumenta cada año.

Los programas sociales no generan:

• Formalidad

• Productividad

• Cadenas de valor

• Innovación

• Movilidad social

Educación y salud siguen rezagadas:

Sin maestros capacitados, sin hospitales funcionales, sin técnicos industriales, los programas sociales se vuelven permanentes, no transitorios.

México vive atrapado entre:

• Fe sin infraestructura ni energía.

• Esperanza sin seguridad ni crédito productivo.

• Caridad sin productividad ni movilidad social.

Mientras el país no invierta en seguridad territorial, infraestructura energética, crédito productivo y Estado de derecho, el crecimiento seguirá en 0.03% y el desarrollo será una promesa incumplida.

México no necesita rezar el credo económico. Necesita construirlo.

Mario Sandoval. CEO FISAN SOFOM ENR. Banquero y abogado con más de 30 años de experiencia profesional a nivel directivo.