“No me interesa que te tome por sorpresa

Un hombre libre siempre he sido yo

Si tengo ganas hago lo que me da la gana

Yo soy el que decide sí o no

Si piensan mal no me tiene preocupado

De tu lado no me voy a separar

Pienso diferente, no vivo con la gente

Y mi manera no la voy a cambiar

Y mi manera

Escándalo, es un escándalo

Escándalo, es un escándalo

Escándalo, es un escándalo

Escándalo, es un escándalo (eh)”

Raphael, ‘Escándalo’

La estrategia de control de daños es un escándalo, un nuevo escándalo que se suma a los anteriores. La familia del presidente ya está entrampada y eso que la polémica apenas inicia. Si acaso se puede afirmar, entonces, que es evidente que López Obrador no ha destinado recursos —ni monetarios ni humanos— a defender a su hijo, tal como lo prometió en su toma de protesta hace ya más de tres años…

Ante las pruebas presentadas por Carlos Loret de Mola y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, José Ramón López Beltrán compartió, 17 días después, vía sus redes sociales que él trabaja como abogado en los Estados Unidos y que eso le genera dinero suficiente para pagar la casa donde actualmente habita.

El problema ha pasado a ser ahora que su coartada no es la más sólida. Si bien la empresa existe (esto es, está legalmente constituida en EU), los dueños de la misma son los hijos del empresario Daniel Chávez Morán de Grupo Vidanta, quien también es supervisor honorario del Tren Maya. Y si bien el primer mandatario aseveró en la mañanera del lunes que frente a ello tampoco existe conflicto de interés, eso es algo que él no decide; ya se tendrá que saber si las empresas de Daniel Chávez tienen algún relación financiera o programática con el gobierno de la 4T.

José Ramón López Beltrán logró acrecentar el escándalo con su comunicación. Si bien no tiene nada de malo estar contratado por una empresa de accionistas mexicanos en los Estados Unidos, cuando se dice que lo hace como asesor legal en una desarrolladora de viviendas de lujo en ese país sin estar acreditado ante la barra de abogados de Texas, ello genera más preguntas que certezas. Sobre todo cuando se ha constatado que el sitio de internet de dicha desarrolladora, Kei Partners, fue creado hace apenas un par de días y la página carece de información sustantiva, confiable y verificable. ¡Un portal de una desarrolladora de viviendas de lujo en la que se pueden apreciar imágenes bajadas de otros sitios de internet y que no tiene oficinas en la dirección que aparece registrada! Así como lo leen.

‘La casa gris’ de Houston ha marcado un antes y un después en la forma en que se percibe a López Obrador, ello igual para simpatizantes como para retractores. Si las —malas y escasas— respuestas tienen por objeto polarizar aún más a la sociedad mexicana, un aplauso: el lopezobradorismo lo ha conseguido con creces.

Pero no me detengo a criticar que se viva de forma lujosa. Para mí eso no es objeto de cuestionamiento. Nunca he tomado en serio el discurso de austeridad de López Obrador. Tampoco me enfoco en el debate mediático; que México se encuentra dividido y hoy quizá lo esté más no me sorprende.

Únicamente me interesa un aspecto que no ha quedado aclarado a satisfacción desde mi punto de vista: ¿existen conflictos de interés y tráfico de influencias con respecto al contrato de arrendamiento de la primera casa y con relación a la forma en que se compró y se financia la segunda? Quizá me estoy adelantando, pues para ello se requerirían procesos judiciales que nadie ha iniciado y quizá no tengan lugar nunca.

López Beltrán y su esposa, Carolyn Adams, pidieron que no se exponga a su familia con noticias falsas. Llevan razón. El asunto es que, al menos lo compartido por él, no concuerda con la realidad.

Caben las preguntas: ¿hasta qué punto escalará este asunto? Así como se exhibieron los supuestos ingresos del periodista Carlos Loret en la mañanera, ¿se exhibirán también los del empresario supervisor del Tren Maya? ¿Los de los tres hijos de AMLO? ¿Las declaraciones de impuestos de todos ellos? Eso no debiera ocurrir por la simple y sencilla razón de que todos ellos son entes privados.

Habrá más capítulos en esta historia. Desafortunadamente, el escándalo no solo impacta a los protagonistas. Todo México se está viendo afectado comenzando porque el gobierno federal está distrayendo su atención de asuntos verdaderamente apremiantes para el país. En mi opinión, este y no lo otro debería ser el verdadero escándalo.

Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero