“We didn’t start the fire” (Nosotros no iniciamos este incendio)”
Billy Joel, compositor y cantante estadounidense
Independientemente de tratar de entender el porqué involucraron mediáticamente a la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) en el certamen de Miss Universo, que para eso tendríamos que entender la ideología de John D. Rockefeller, en la que estaría involucrado el asesinato de Madero y Pino Suárez y la firma del tratado de Bucareli, y entender el porqué asesinaron a los ingenieros químicos que refinarían el petróleo de México después de la expropiación ejercida por Lázaro Cárdenas, y el porqué México como país petrolero no es igual de rico que Arabia Saudita o Qatar, o el porqué la refinería de Dos Bocas no fue el éxito esperado, mejor por ahora solamente hay que entender a un padre que quiso ver sobresalir a su hija en un concurso de belleza.
También comprender lo que llaman ahora “huachicol fiscal” resulta igual de complicado. Yo lo veo como una travesura de niños. Como quien al jugar a las escondidas, se para detrás del niño que está contando cubriéndose la cara para buscar a todos, y sorprenderlo cuando termina de contar, por hacer una trampa dentro de los límites del juego y ganar... Pero, repito, el propósito del presente texto es entender que un padre quería ver a su hija ganar un certamen de belleza.
Al respecto, si de algo estoy orgulloso y siempre lo estaré, es de todo el esfuerzo que hizo mi padre por hacerme un hombre de bien y de buenas costumbres, y estoy seguro que Bernardo Bosch Hernández sigue esa misma filosofía humana.
Pero si de alguna manera hubo sospechas de fraude en el último certamen de Miss Universo, deberían, por equidad humana y jurídica, investigar cómo ha ganado cada una de las mujeres dicho certamen desde que inició, y otros concursos similares, considerando que para muchos de nosotros todas las concursantes nos parecen hermosas y todas tendrían las mismas posibilidades de ganar.
