A primeras horas del pasado miércoles 18 de enero se leían en portales de noticias un hecho que indignó a la sociedad: Denisse, mujer transexual, originaria de Puebla, fue encontrada en medio de un charco de sangre en la zona de mercados de la ciudad de Veracruz y llevada al Hospital Regional para que fuera atendida, pero debido a la gravedad de las lesiones, falleció durante el trayecto.

Se sabe que Denisse era trabajadora sexual y que la noche del pasado martes discutió con dos hombres en la calle de Abasolo de esta ciudad. La discusión subió de tono y los hombres la golpearon con tal fuerza que en pocas horas murió.

Tras el asesinato de Denisse la comunidad LGTB+ se unió y manifestó su repudio ante este crimen de odio.

Esta reportera platicó hoy con el activista Alain Jiménez, quien estuvo durante todo momento acompañando a la familia de la víctima.

Alain me dijo que tanto los miembros de la comunidad LGTB+ como representantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Veracruz estuvieron atentos y cercanos a la familia para trasladar sus restos mortales al estado de Puebla, donde fueron los funerales.

Por su parte la activista Jazz Bustamante denunció el hecho en redes sociales, manifestándose enojada y muy triste por el asesinato de Denisse, en una de las zonas consideradas de mayor riesgo del puerto, prácticamente tomada por el crimen organizado.

Es muy grave que los crímenes de odio vayan en aumento en nuestro estado.

En diciembre del año pasado el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBT+ expuso que Veracruz, por tres años consecutivos, es la localidad que concentra el mayor número de homicidios y agresiones contra las personas de la comunidad LGBT+ sin que existan a la fecha leyes que los protejan o se tomen acciones preventivas.

Ante esta tragedia amigos y allegados de Denisse, mediante un comunicado, exigen a las autoridades del Estado se llegue hasta las últimas consecuencias para dar con los responsables, de este transfeminicidio, el quinto que ocurre en el centro de la ciudad de Veracruz, y exigen que se tomen las medidas necesarias para evitar que el número de víctimas siga en ascenso.

Otros casos de dolor

El transfeminicidio de Denisse fue uno de los lamentables casos que conmovió a la sociedad veracruzana, que día a día vive con miedo ante el incremento de los índices delictivos en la entidad.

En días pasados tuvimos en Boca del Río el terrible caso de Joel, un joven estudiante de bachillerato que fue asesinado cuando dos asaltantes le quitaron su celular en un transporte público.

La noticia nos estremeció. Aunque parezca increíble eran contados los casos de asaltos a mano armada en el transporte público y el hecho de cortar la vida de un joven estudiante, nos dolió a todos.

También nos impactó el asesinato de un menor de once años que murió a manos de su amigo de tan solo diez años.

Los dos pequeños jugaban a las “maquinitas” en la comunidad de La Perla, en este Estado, pero tras perder el juego el menor se ofendió y disparó contra su amigo, quien murió al instante.

Al momento de escribir estas líneas tanto el menor homicida como su padre están prófugos y las autoridades comentan que en el caso existe un vacío legal, ya que el infante no puede ser castigado penalmente y el padre no es responsable directo del homicidio, así que nos queda esperar cómo se resolverá este lamentable hecho.

En cada uno de los casos que aquí expongo nos queda un terrible sabor de boca.

En el estado de Veracruz los hechos delictivos han ido a la alza y la sociedad civil reclama a la autoridad medidas contundentes para poder vivir en paz.

Por desgracia en el caso del menor que asesinó a su amigo la deshumanización y el odio por el odio alcanza a personas de muy corta edad y esto debe poner en alerta no solo a las autoridades; es tarea de toda la sociedad educar y enseñar a respetar la vida.

Urgen acciones al respecto. Necesitamos sentirnos seguros.