“Mamma mía, una y otra vez

No sé, cómo resistirte

Mamma mía, quiero y tú lo ves

No sé, cómo evadirte

Mamma mía, una y otra vez

No sé, cómo resistirte

Mamma mía, quiero y tú lo ves

No sé, cómo evadirte

Tú me has provocado

Luego me has rechazado

¿Por qué te sigo queriendo así?

Mamma mía, ya lo decidí

Porque, no puedo vivir sin ti.”

ABBA

“Stop, mi bruja, con tacón de aguja

Víctima del desamor

Date prisa, envuélvete en la brisa

Olvida tu malhumor

Stop, mi hada, estrella invitada

Víctima del desamor.”

¡Mamma mía! El pueblo cubano sin comida. La gente haciendo fila todos los días, durante horas, para obtener algo de comer, pero su presidente, el dictador Díaz-Canel, fue a Roma. Y más allá de la visita de Estado, se le vio cenando junto con su esposa en Pierluigi (ubicado en Piazza de’ Ricci, para mejores señas), uno de los restaurantes de mariscos más lujosos de toda Italia.

“Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida…” ¿Saben ustedes que en Cuba está prohibida la pesca y la posesión de barcos (lanchas, barcazas, etcétera)? Claro, luego salen con que en la isla no se come pescado “por no haber suficientes peces en el mar que la rodea”, como apenas sostuvo en televisión nacional la viceministra de la Industria Alimentaria Cubana.

Dado que el Mar Caribe sigue siendo de los más ricos en pesca a nivel mundial, la razón de las prohibiciones antes mencionadas es otra: que los cubanos no intenten escaparse de la isla en sus embarcaciones. Así el comunismo del siglo XXI…

Un primero de enero de 1959, los isleños pasaron de la dictadura de Bautista a la actual. Poco más de 64 años de gobierno comunista, tiempo en que la economía se ha desplomado; gobierno para unos cuantos antes, gobierno para unos cuantos hoy. Con diferencias, eso sí. Cuando estaba Bautista había seis vacas por cada habitante, hoy hay una vaca por cada seis habitantes. Las cañas de azúcar han ido decreciendo en altura y en ese entonces, por ahí de los 60s era el país del continente americano en proporción con más kilómetros de vías férreas y carreteras. Ya no es así ni de lejos.

Por supuesto, como sucede con ese tipo de regímenes, el grado de división entre quienes opinan que Cuba es el paraíso y quienes viven en la miseria se ahonda cada día más. Usualmente quienes piensan a la isla como la gloria son sus autoridades —y gobernantes afines de otras latitudes—, y quienes saben de la miseria son los que tratan de huir de ahí…

Nuestro país ha tenido una larga y estrecha relación con Cuba; fuimos la única nación que votó en contra de que la isla fuera expulsada de la OEA (1962). También el país que apoyó a Fidel Castro y desde donde partió a bordo del Granma para iniciar la revolución el 26 de julio de 1953, hace casi 70 años.

Sí, hay una importante compenetración entre nuestros pueblos… lo que si acaso da mayor autoridad para señalar los errores o pifias del gobierno isleño. Incluidos los cuestionamientos por parte de Francisco Céspedes —cantautor cubano nacionalizado mexicano— (aunque exceptuado desearle la muerte a López Obrador, evidentemente). Y es que mientras Díaz-Canel se da la gran vida y México apoya al dictador, hay gente que se duele. Incongruentes los defensores del tirano asesino lamentándose de quienes le cuestionan...

Hay una pregunta que vale la pena rescatar: ¿por qué López Obrador ayuda a Díaz-Canel, incluso a sabiendas de que este apoyo es para sostener al dirigente y su régimen, no al pueblo cubano? Sí, Andrés Manuel es adulador y financiador de ese autócrata. Hace caravana a Díaz-Canel con sombrero ajeno (eso son nuestros impuestos).

La coba llegó al paroxismo cuando nuestro presidente entregó a inicios de este año la condecoración del Águila Azteca al dictador. La razón fue “la contribución de Cuba a la lucha contra el Covid”… ¿En serio? Por lo visto no fueron suficientes las vacunas que México le compró a Cuba (las cuales a la fecha ni siquiera cuentan con el aval de la OMS) o el pago que hizo al régimen de la isla por los médicos cubanos que han venido a nuestro país a trabajar; tres cuartas partes de su sueldo es retenido por el gobierno cubano. Mientras en México el sueldo mensual de un galeno oscila entre los 17 mil y los 30 mil pesos, a los cubanos se les pagó 10,700 dólares (al tipo de cambio del 2020, más de 210,000 pesos; Diario de Cuba). Más de 125 millones de pesos por 585 médicos cubanos que estuvieron en nuestro país solo ese año.

Los impuestos de los mexicanos cumplidos permitieron que el gobierno de México regalara 350 mil barriles de petróleo a Cuba, además de diésel, autos, alimentos, vacunas Covid (las que sí están reconocidas por la OMS)… Hay desabasto de medicamentos y tratamientos en México, pero se derrocha nuestro dinero para beneficiar… a un tirano.

¿Por qué premiar a un régimen que encarcela a opositores, críticos y jueces independientes? A quienes con más de 64 años en el poder solo ahondan la pobreza de su población.

Financiar al dictador cubano es un crimen de la 4t. Uno más.