De “libertario” no tiene nada. El presidente electo de Argentina, Javier Milei, ha puesto muy en claro a quién entregará los vastos recursos naturales de la república austral: Estados Unidos e Israel.

En un acto realmente bizarro, Milei arribó a Estados Unidos este lunes e inmediatamente visitó la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, fallecido en 1994 y líder espiritual del criminal de guerra Benjamín Netanyahu, también del ex funcionario Jared Kushner y su esposa Ivanka Trump.

Como anécdota, Kushner e Ivanka, conversa a la religión de su marido, fueron a rezar a la tumba del rabino experto en la kabbalah en 2016 para pedir por el triunfo de Donald Trump, al parecer con éxito. Cada quien sus creencias.

Pero más allá de este breviario religioso-cultural, mientras comienzan los despidos en varias industrias argentinas y se teme una devaluación en donde el tipo de cambio pudiera rebasar los 2000 pesos argentinos por dólar, o peor y existe una cantidad no determinada de gente viviendo en la miseria en las calles de Buenos Aires, el presidente electo se va de turismo a Estados Unidos e Israel.

Milei va a bajarse la ropa interior, de forma figurada, a los intereses de Estados Unidos, mientras que el verdadero poder detrás del poder, Mauricio Macri, va a Qatar a ofrecer la infraestructura Argentina a precios de remate.

El siguiente paso es la compra masiva de armamento a las empresas de Israel, de lo que ya se habla en medios argentinos, todo esto con el fin de “aplicar la ley” de forma severa cuando ocurra la casi inevitable explosión social ante las privatizaciones y medidas austeras que adelanta el “loco”, como le apodan allá.

Pobre país.