¡Bienvenidos amantes de la gastronomía! Llegamos a la época de las fiestas decembrinas y todo mundo se vuelca a los centros comerciales, por lo que la gente suele pasar mucho tiempo en sus instalaciones; por tal motivo, estos lugares tienen distintas apuestas gastronómicas.
Depende mucho del tipo de centro comercial al que se vaya, la gran mayoría cuenta con un área de “fast food”, donde generalmente nos encontramos con las cadenas más famosas de comida rápida: hamburguesas, pizzas, pollo y comida china, entre otras opciones.
En algunos centros comerciales encontramos restaurantes -también de cadena-como Olive Garden, Maison Kaiser, Cheescake Factory o Sanborns, por nombrar algunas opciones, y en últimas fechas se han sumado a esta oferta también las tiendas departamentales.
Desde hace muchos años, tanto Palacio de Hierro como Liverpool cuentan con sus propios restaurantes, pero no se han quedado ahí y han ampliado la oferta gastronómica para sus clientes.
Por ejemplo, en El Palacio de Hierro encontramos la Cantina Palacio, y también la Terraza Palacio, espacio donde varios restaurantes llevan sus propuestas, como la Taquería El Califa, Los Panchos, El Peltre y Chandoni entre otros.
El pasado fin de semana anduve de compras en la “nueva” Plaza Mitikah. Por supuesto ahí hay opciones de fine dining, casual dining, fast food, cafeterías y lugares de postres.
Pero hoy les quiero hablar de un espacio con pocos reflectores. Además de su restaurante, Liverpool tiene un área llamada “Experiencia Gourmet”, y después de mucho caminar buscando un lugar para comer “como Dios manda” (sentada, con espacio y sin ruido), reencontré este remanso culinario en Liverpool; la mayor ventaja es que puedes comer directamente en cada una de sus especialidades, o puedes ir a un área común, y desde la misma mesa seleccionar entre todas las opciones que tienen.
Hay comida internacional, española, italiana, asiática, mexicana, y uno elige qué comer. Yo me enamoré desde hace muchos años de su concepto cuando recién lo lanzaron, por ahí del 2012, en el Liverpool de Polanco.
El formato permite al comensal elegir una gran variedad de alimentos, mientras te atiende un mesero si vas a las áreas generales. Si tienes prisa o tienes un antojo muy concreto, por ejemplo de comer un par de tapas y unos huevos rotos, acompañado de una copa de vino, pues vas y te sientas directamente en el “local”.
Pero si vas con más amigos o familia, conviene el área general. Y justamente antes de hablar de la comida quiero hablar de la calidad en el servicio, porque de verdad es algo que restaurantes como Sanborns han dejado a un lado, y eso se nota en la poca afluencia de sus sucursales. Pero en Liverpool no es lo mismo, por lo menos en la sucursal de Mitikah la atención fue excelsa, y eso hay que reconocerlo.
La mesera fue sumamente amable, e incluso hizo sugerencias con algunos platillos del menú; su recomendación de acompañar la tarta de queso mascarpone e higos, con un capuchino con Baileys, fue maravillosa, pues los sabores armonizaron de una forma increíble, y fueron una linda manera de cerrar la comida.
Y es que la experiencia fue redonda, ya que la plaza comercial resulta frenética en estas fechas. Por eso destacó más la labor de la mesera, quien siempre estuvo atenta y solícita, al pendiente de que los platillos y bebidas llegaran a tiempo, en las mejores condiciones y al gusto de cliente. En ningún momento se olvidó de la mesa.
Ustedes no tienen una idea lo mucho que valoro que el personal tenga disposición, mejor actitud y una sonrisa en la cara. He de decirlo, las palmas de comer en la “Experiencia Gastronómica”, se las llevó su personal. Y si me preguntan, regresaría más por la atención que por otra cosa.
No hay queja con la comida, porque no está nada mal, y tiene costos razonables, pero ya no se parece a lo que se ofrecía de forma original cuando nació el concepto; no sé si sea por abaratar costos, pero no es lo mismo la mostaza Heinz que una mostaza de Dijon, créanme que el sabor cambia por completo.
Son pequeños detalles, pero la gente que lleva las riendas del restaurante debe poner atención en ellos. Se llama “experiencia gourmet”, y estoy segura que su clientela valora este tipo de mimos y apapachos. Lo que puede elevar un platillo, o dejarlo en la medianía, “son aquellas pequeñas cosas”, como dijo un catalán.
Ahora les pregunto: Ustedes cuando van a los centros comerciales, ¿dónde prefieren comer?, ¿en el área de comida rápida?, ¿en los restaurantes?, ¿en los restaurantes que están dentro de las tiendas departamentales? Y ya que estamos encarrerados, para ustedes estimados lectores, ¿es más importante, el servicio o la comida? Los leo en los comentarios. ¡¡Bon appétit!!
Cat Soumeillera en Twitter: @CSoumeillera



