Se ha destapado una gran polémica por el dicho del líder de la nación en su gustada y amada mañanera en cuanto a que Ciro Gómez Leyva no es un buen informador, que se salta a sus jefes y dice lo que quiere decir sin permiso de sus directivos  y demás ataques  e improperios en su contra.

La verdad de las cosas es que los obradoristas de hueso colorado han intentado convencer una y otra vez  a los de la oposición acerca de que el atentado que sufrió  Ciro hace unos meses no fue enviado ni orquestado por el presidente de todos los mexicanos.

Pero cuando uno escucha al presidente expresarse así de él, pues entonces resulta difícil de creer que él no tuvo que ver  pero además  es aterrador, porque en su propio discurso contra Ciro Gómez Leyva manda a sus seguidores a “intentarlo” otra vez, a ver si esta vez no hay falla, no literalmente lo dice, por supuesto, pero sí veladamente dirige ese mensaje a sus seguidores, como un “háganse bolas con esto que les estoy diciendo”.

No hay un solo filtro por parte de AMLO de conciencia acerca de que en nuestro país, como nunca en ningún otro sexenio, han asesinado a cientos de periodistas tan solo por poner sobre la mesa temas que deberían de callarse porque afectan a los políticos directamente. Y la solución ha sido: matarlos.

El discurso del presidente es de odio, pues, eso se sabe y cada vez es más palpable.

Pero por otro lado me resulta increíble que Ciro le haya dado un espacio a Epigmenio Ibarra en su noticiero.

Para algunos esta decisión la tomó él, para otros los ejecutivos de la empresa el tema es que por querer presentarse como un comunicador plural y abierto, pues Epigmenio está ahí y por estar ahí se le paga. Dudo que vaya “de a gratis” sinceramente.

Y ni por eso López Obrador detiene sus dardos envenenados contra Ciro, porque ya sabemos que Epigmenio es uno de sus “lacayos” más. Lo tiene ahí junto a él para aplaudirle, grabarlo, echarle porras. Yo creo ni Luis Miguel tiene a un fan así como lo es Epigmenio de AMLO.

A veces ya no sé si lo que dice el Presidente lo dice y lo hace para “disimular” que en realidad Ciro también está de su lado, o de veras ya perdió toda brújula en su forma de conducirse y en lo que dice tras un micrófono del que se adueña y los reflectores encima de él  en su mañanera.

El tema es que el objetivo quizá está logrado, quizá está siendo cumplido: desviar la atención, otra vez de lo realmente apremiante, del fracaso inminente de “la farmacia más grande del mundo” y coloca fuera de la jugada a Claudia Sheinbaum como para que nadie la toque políticamente hablando y no salga con un raspón .

Y es que hace tiempo que no se dice gran cosa de Claudia Sheinbaum   a pesar de que las encuestas le den el primer lugar muy por encima y por arriba de Xóchitl Gálvez incluso con 30 puntos arriba.

AMLO sigue en su papel de presidente eterno, ni siquiera con suavidad y con inteligencia, está dejándole un camino mucho más limpio y abierto a Claudia Sheinbaum para el cambio de estafeta , y eso puede colocar en aprietos a su candidata consentida.

El punto es que ya no debería de ser tema Andrés Manuel López Obrador, estamos en el 2024 y deberíamos de estar viendo en el radar a Claudia y no al licenciado López Obrador.

Luego entonces, ante tanta bravuconería del presidente contra Ciro o contra cualquier otro comunicador, orilla a Claudia Sheinbaum a que asista con ellos para ser entrevistada y es ahí donde las cosas pudieran empezar a colapsar.

Ciro Gómez Leyva no fue condescendiente y casi tampoco fue amable cuando entrevistó a Xóchitl Gálvez hace unos días en su espacio noticioso, pero ella pudo sortear esa entrevista de buena manera.

Ahora el reto está en que Claudia Sheinbaum logre y acepte primero que nada aceptar estar en un foro en donde sea entrevistada por Ciro Gómez Leyva o por un Carlos Loret de Mola y después el reto mayor será que la morenista sepa cómo enfrentar las preguntas incómodas de ambos periodistas.

Quizá por eso es que López Obrador pretende debilitar a Ciro, para que él no tenga la atención suficiente el día que le extienda la invitación a Claudia Sheinbaum para que sea entrevistada por el.

Nada es certero y de nada se tienen pruebas, pero López Obrador ha tenido ese efecto en las personas: Confundir, atacar, desprestigiar, jugarle al enemigo cuando a lo mejor es más amigo que ninguno de los periodistas que ataca, distraer, voltear las cosas como quién dice.

Cualquier cosa es y será posible en este tan esperado 2024 para los candidatos y líderes de los partidos políticos.

El verdadero reto para Claudia Sheinbaum será tener el temple emocional y el control de sus emociones para ir con Ciro Gómez Leyva o con cualquier periodista que ataca el presidente desde sus mañaneras, para ser entrevistada.

Ahí es en donde ella tiene que trabajar mucho para no descolocarse como fácilmente lo hace.

Mientras tanto por supuesto que debemos de estar todos muy indignados y alzar la voz ante la afrenta de un presidente contra un periodista, eso no es correcto, no debería de estar permitido y de pasarle algo a Ciro Gómez Leyva entonces también tendría corresponsabilidad el presidente de la nación, ahora sí no podría zafarse tan fácilmente diciendo “yo no tuve nada que ver”. El presidente está llegando al punto de la desesperación aunque le juegue al optimismo y a que el y todos somos muy felices y eso es muy peligroso.

La ciudadanía deberemos  de estar muy atentos porque es verdad, los medios de comunicación sobre todo en televisión y radio andan bastante sospechosos. Y aunque se diga que no es cierto que la verdad pervive en una plataforma social, sí somos muchos que podemos coincidir en una misma visión y proteger de alguna manera a los periodistas que solo hacen su trabajo: Hablar de lo que está bien pero también de lo que está mal hecho del gobierno.

Al presidente nunca le gustó  que abiertamente alguien se expresara en contra de su adorada 4T. Y entre más pasan los años y crecen las mañas menos permitirá que nadie le cuestione.

Nosotros sí. Sí le cuestionamos. Aunque se enoje. Aunque se haya enojado al responder la carta de Xóchitl Gálvez donde le pide seriedad ante la tragedia y la respuesta del presidente fue: “¿pues qué quieren que calle como momia?”. Terrible respuesta.

Es cuanto.