Todos tenemos a esos amigos divorciados o separados que no se olvidan. De hecho ya no se les invita a las fiestas o a las reuniones porque simplemente van a empezar a hablar del otro “¿con quién anda ahora?”, “no te conté lo que me hizo en el verano del 94?”. Y los amigos, cansados de las mismas historias y de que te obliguen a tomar partido, ya mejor los van abandonando poco a poco.

Carlos Loret de Mola y Andrés Manuel López Obrador son esa pareja tóxica que no pueden dejar de hablar el uno del otro. Y todo México como esos amigos que ya solamente nos aventamos miradas los unos a los otros en complicidad diciendo “ya empezaron otra vez”. De hecho podemos adivinar con exactitud lo que van a decir a continuación y al siguiente día y cómo uno dice una cosa en la mañanera y el otro en Twitter va a contestar… y así ad Infinitum.

Esa pareja que pasó por una relación de emociones muy fuertes, muy pasionales, es ese viejo refrán de “del amor al odio”. En la pareja de casados, se amaban con locura, eran posesivos celosos, los amigos que vivieron esa relación desde sus inicios sabían que eso solo iba a caber mal, pero nadie se imaginaba que no se olvidarían nunca. Tristemente, de hecho no tienen más parejas porque siguen obsesionados el uno con el otro.

En la pareja del periodista y el presidente, nunca se amaron, ni por asomo, pero las emociones eran fuertes. Nunca lo que decía uno era pasado desapercibido por el otro. Se criticaban, desde hace 20 años y hoy lo siguen haciendo.

El tema de la casa de Houston, la casa gris como curtiente la adoptaron, fue el divorcio. Se respetaban hasta ese momento. Desde entonces prácticamente todos los días el periodista le dedica programas en radio, columnas en México y Washington Post, y sketches en Latinus. Desde entonces, prácticamente todo los días, el presidente le dedica un tweet o un comentario en la mañanera. Cansan.

Al principio era informativo y hasta entretenido, nos tenían a todos al pendiente de lo que se dirían a continuación o incluso de la reacción del otro. Hoy todos los quedamos viendo los unos a los otros con miradas cómplices que dicen “ya empezaron otra vez”… ”¿cuándo van a parar?”

“De qué vive su hijo”, “no puede explicar”, “no ha desmentido una coma” “#JoseRamonLopezBeltran132″

“¿Cuánto gana?”, “le cambio todo lo que tiene por todo lo que tengo”, “no somos iguales no conozco a Baker”

En Barruntos Políticos les pedimos que si se van a decir algo nuevo, algo más fuerte háganlo ya, sino denle vuelta a la página. No se conviertan en esa pareja que deja de ser invitada las fiestas y reuniones.