Mientras la oposición mexicana (mejicana, podríamos decir, por su obsesión sumisa y enfermiza con los conglomerados españoles) sigue sumida en el marasmo y en la vulgaridad que representa su candidata presidencial plagiadora y corrupta, el resto del mundo sigue avanzando en el naciente esquema multipolar, del cual México será parte al menos durante una década más, gracias a la labor de Andrés Manuel López Obrador.

Mientras Europa y el oriente próximo se encuentran desestabilizados y al borde de una guerra más gracias a las fallidas políticas de Estados Unidos y sus comparsas de la OTAN, los mandatarios de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping se reúnen en el marco de la reunión de la Belt and Road Initiative (Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional , BRI, por sus siglas en inglés) con el fin de continuar con el desarrollo pacífico e integral de las economías Euroasiático-Africanas con una serie de corredores terrestres, marítimos y hasta polares (del polo norte) en un esquema ganar-ganar y no neocolonial, como tanto les gusta a Estados Unidos, Israel, el Reino Unido, Francia y el resto del cascajo colonizador que en estos momentos es el hazmerreír mundial.

Por ahí lo dijo un funcionario africano, mientras los europeos nos vienen a dar sermones, China construye carreteras y hospitales. Es difícil disputar esa lógica basada en un análisis de la realidad “material” y no en la propaganda.

También es difícil, excepto para los más fanatizados -cada vez menos, afortunadamente- voceros neoliberales, no aceptar que la construcción del tren interoceánico volvió a México un “hub” comercial imprescindible ante el colapso en el tráfico del canal de Panamá y el incremento en el comercio mundial. AMLO, igual que sus contrapartes en China y otros países, demostró estar pensando 30 o más años adelante, no en el siguiente mes, o la siguiente semana cómo los babeantes y mentalmente colonizados pseudo economistas neoliberales que tienen a sus economías al borde de la quiebra (véanse los casos de Estados Unidos y Alemania, por citar únicamente un par). Les volvió a ganar y se va en menos de un año. A llorar.