La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) celebró en Hong Kong el Simposio Mundial de Sostenibilidad, y durante su desarrollo, la fabricante de aviones francesa Airbus y Cathay Pacific, la aerolínea bandera de Hong Kong, aprovecharon para anunciar una inversión conjunta de hasta 70 millones de dólares para acelerar tanto el desarrollo como la fabricación de combustible sostenible, SAF por sus siglas en inglés.
Todos nos podemos dar cuenta actualmente de los efectos negativos del cambio climático que estamos experimentando; la industria aérea sin duda alguna se ve afectada por este terrible fenómeno, y busca la manera de mitigar sus efectos, por eso está en la ruta para descarbonizar la aviación, para llegar a las cero emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el año 2050.
Esa es la meta, sin embargo es complicado cumplirla cuando el presidente norteamericano, Donald Trump, niega la existencia del cambio climático y al contrario quiere seguir utilizando los combustibles fósiles en lugar de migrar a fuentes verdes de energía, pues opina que todo es un “engaño” de los “progres buena ondita”.
Durante el anuncio de esta importante inversión, Airbus y Cathay contaron con la presencia de Alex McGowan, director de Operaciones y Prestaciones de Servicios de Cathay, y por parte de Airbus el representante de la región Asia-Pacifico, Anand Stanley.
Con esta alianza se busca poder trabajar en la identificación, evaluación y posterior inversión en proyectos que impulsen la fabricación de SAF de cara al 2030, y por supuesto con la mira de llegar al 2050 con la descarbonización de la industria aérea.
Es importante dejar claro que se tienen que realizar distintas evaluaciones para ver qué tan viable es, comercialmente hablando, y sobre todo incentivar el consumo de este combustible en el largo plazo. Y es que no es un tema nada sencillo, el costo de SAF sigue siendo uno de los principales frenos para que la industria abrace este combustible amigable con el medio ambiente, pero a medida que se tengan más fabricantes, es obvio que comenzará a abaratarse.
Por eso el enfoque es acelerar la producción de SAF, pues saben que eso tendrá un impacto positivo. Al respecto Alex McGowan expresó:
“El SAF sigue siendo el motor más importante para Cathay, y la industria de la aviación en general, para impulsar nuestros objetivos comunes de descarbonización. Esta alianza de coinversión con Airbus subraya nuestro compromiso de apoyar una industria de SAF más escalable a corto plazo.
“Complementa nuestra estrategia más amplia de invertir en tecnologías y capacidad de producción que pueden transformar la industria a largo plazo, incluyendo nuestra participación en el recientemente lanzado Fondo One World BEV SAF. Mientras tanto, también estamos expandiendo el uso de SAF mediante alianzas con organizaciones afines”.
Para mí es un hecho, la aviación tiene que apostarle al SAF, por eso no quito el dedo del renglón: nuestro país tiene un potencial inmenso para la fabricación de SAF, solamente hace falta que con la debida seriedad observemos lo imperioso que resulta que la industria aérea migre hacia los combustibles amigables con el medio ambiente y deje de depender de los combustibles fósiles, como la turbosina.
En esta misma ceremonia el representante de Airbus para la región de Asia-Pacífico, Anand Stanley, externó:
“Este acuerdo refleja el compromiso compartido de Airbus y Cathay de marcar una verdadera diferencia. La producción y distribución de SAF asequible a gran escala requiere un enfoque intersectorial sin precedentes.
“Nuestra colaboración con Cathay es un ejemplo concreto de cómo impulsamos la producción en las ubicaciones más adecuadas para servir a nuestros clientes”.
Si algo tenemos claro, es el crecimiento que ha tenido la aviación en la región de Asia-Pacífico, y por supuesto que tienen un gran potencial para desarrollar la elaboración de SAF, ya que tienen dos factores importantes: suministro de materias primas y un mercado sumamente competitivo.
Cathay ya ha estado trabajando con un fondo de inversión, así como con otras líneas aéreas que se centran en crear tecnología de punta para la fabricación de SAF; esta alianza con Airbus viene a reforzar el esfuerzo que está haciendo, sobre todo por bajar los costos de este combustible y hacerlo mucho más “asequible” para el resto de las líneas aéreas.
Recordemos, no solamente es la fabricación del SAF, también el suministro y su almacenamiento. Hablamos de toda la cadena para poder “abaratar” su costo y que se vuelva atractivo; se requiere de infinitos apoyos, tanto de las aerolíneas, como de los fabricantes, terminales aeroportuarias, y por supuesto de los gobiernos a nivel global.
Se tienen que comprometer todos los actores para poder cumplir con la meta trazada; ojalá que más gobiernos vean la gran oportunidad que tienen hoy para apoyar la migración a energías verdes.
Como dato curioso y de cultura general, la aerolínea Cathay Pacific utiliza los aviones que fabrica Airbus desde el año de 1989; hoy dentro de su flota cuenta con más de 85 aeronaves de la fabricante francesa y tiene un pedido de más de 70 aeronaves para entregarse en los próximos años.
Desde el año 2010 se convirtió en la aerolínea más grande de carga internacional, y uno de sus principales accionistas es Air China. Díganme ustedes si vale la pena, o no, echar un ojo a los movimientos de estos “tiburones” de los negocios.