Para una aerolínea es primordial seguir siempre vigente, por ello no debe extrañarnos que la línea aérea del Caballero Águila, bajo el mando del Dr. Andrés Conesa, pusiera manos a la obra con los mostradores de la T2, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Los tiempos han cambiado y con ellos también las necesidades de los usuarios del transporte aéreo, que en la actualidad distan mucho de cómo se viajaba a principios del siglo XXI. En tan poco tiempo se ha modificado la forma de volar, por eso para las aerolíneas es importante distinguirse de las demás, imprimiendo su propia personalidad.

Hace muchísimos años, los mostradores eran solamente una especie de escritorio donde el personal de la aerolínea documentaba a los pasajeros. Todos eran iguales y la única manera de saber a qué empresa representaba era por el letrero que generalmente estaba por encima de sus cabezas. Si les gusta adentrarse, busquen imágenes de archivo y les aseguro que se van a sorprender.

No fue sino hasta las postrimerías del siglo XX que cada aerolínea fue definiendo los espacios de atención a los usuarios en los aeropuertos, incluyendo una personalización en el área de mostradores, aunque fue de una manera más bien tímida. Y es que, en realidad, no eran los grandes cambios, aunque se usaran cada vez más pantallas, colores estridentes y la horrible luz blanca.

Sabemos que los aeropuertos pueden ser lugares muy estresantes; son espacios fríos, con colores que parten del blanco y pasan por una amplia gama de grises, que no suelen ser acogedores a la vista.

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Por eso en Aeroméxico pusieron “manos a la obra”, y acaban de inaugurar los mostradores de Premier One y de Clase Premier en la T2.

Para oficializarlo, se llevó a cabo un evento al que acudieron Andrés Castañeda, Jefe de mercadotecnia digital, y Santiago Diago, el Director de Operaciones, ambos de Aeroméxico.

Aeroméxico. Renovación. Foto: Ximena Garmendia

Antes de entrar de lleno en las declaraciones, quiero que hablemos del espacio. Sin duda es un gran acierto usar terminados de madera no muy clara ni muy oscura, a juego con luces cálidas y plantas naturales que hacen que sea muy acogedor. La zona de documentación de Premier One, tiene además varios kioskos, por si eres de los que prefieren no hablar con nadie y tu solito haces el check-in.

Sin embargo, también cuenta con los mostradores de toda la vida, por si eres de los que les gusta interactuar con seres humanos y quieres un trato preferencial. Además, existe un espacio para tomar un descanso en sillones, área que también cuenta con una barra de bebidas como agua y “soft drinks”. Pero ahí no queda la cosa, también tienen un servicio de bocadillos “amuse-bouche”.

Aeroméxico. Renovación. Foto: Ximena Garmendia

Y en el área de Clase Premier, se colocó una góndola de forma aerodinámica, también con terminados de madera, luces cálidas y una enorme pantalla por detrás, que en su conjunto vuelven los mostradores un lugar sumamente “cozy”. De hecho, varios usuarios en las redes sociales se han mostrado tan impresionados con el cambio de piel, que han subido videos de “lo bonito y acogedor” de los nuevos mostradores de Aeroméxico.

Por supuesto, que esto apenas es el comienzo, pues tienen pendiente la remodelación del resto de sus mostradores en la T2 en el AICM, así como su salón VIP de Premier, con la intención de que sea una de las mejores del mundo.

Todo con miras a la satisfacción de sus clientes, que se sientan bien apapachados y, sobre todo, que sea un lugar donde te puedas relajar antes de abordar tu vuelo y que cumpla con las expectativas de viajar.

Porque en la actualidad, sobre todo los viajeros premium, buscan las experiencias que les pueda brindar una línea aérea; desde qué tipo de amenities tienen, la variedad de servicios y, lo más importante, una atención de calidad por parte del personal.

Andrés Castañeda señaló que se trata de “un proyecto mucho más ambicioso…Tenemos aproximadamente cuatro años… Cumplimos en septiembre 91 años de conectar a México con el mundo y esto ha sido gracias a la capacidad que hemos tenido de innovar, de diferenciarnos, de tener el mejor producto y gracias a esto hemos logrado la preferencia de nuestros clientes".

Abundó que parte de esta transformación está enfocada en cuatro pilares y que tiene que ver con puntualidad (y) la consistencia de los productos (puso de ejemplo la ampliación del servicio de Wi-Fi tanto para la flota de la aerolínea troncal como la de la alimentadora).

Asimismo, comentó que están invirtiendo en nuevos espacios y mostradores, además del proyecto de remodelación de sus nuevos salones premier. “Van a quedar al nivel de cualquier salón internacional”, expresó. También, dijo, “estamos trabajando muy de la mano con los representantes del AICM para esta mejora” que busca elevar al aeropuerto capitalino.

Y algo que me sorprendió es que los aeropuertos –por naturaleza– suelen ser la mar de ruidosos, y aquí se buscó la forma de mejorar la acústica en los nuevos mostradores, para que uno no ande desgañitándose, tratando de hacerse entender con el personal de tráfico, lo cual me parece de verdad una genialidad.

Por su parte, Santiago Diago agradeció la presencia de los medios y comentó:

“En Aeroméxico estamos convencidos que quienes hacen posible que entreguemos todos los días del año experiencias extraordinarias a nuestros clientes son nuestros más de 17 mil colaboradores y nos sentimos muy orgullosos de ellos, sin embargo, para lograrlo, necesitamos apoyarnos con tecnología y con infraestructura.”

Si bien es cierto que estos cambios se hacen pensando en la satisfacción de los usuarios, Aeroméxico además ha pensado en el bienestar de sus trabajadores, haciendo espacios mucho más relajantes y amigables, quitándoles el estrés de trabajar bajo una fría luz blanca (¿se nota que personalmente la odio?), y adaptando estos nuevos mostradores con una iluminación cálida, pero también dirigida a su espacio de trabajo, con la finalidad de que no se agoten la vista.

Ello me parece maravilloso. No solamente están pensando en los clientes, sino en la salud de sus trabajadores. Y sí, ya los veo viniendo a decirme: “Pero es que falta”, “es que no tenemos ‘x’ cosa”. Y yo solo puedo decirles que por algo se empieza y Aeroméxico está pensando no solamente en el bienestar de sus usuarios, sino también en el de sus empleados, lo cual deja en claro que están abordando los nuevos retos de forma integral, y eso me da mucho gusto y lo aplaudo.

Recuerden que Roma no se hizo en un día y, que poco a poco, la aerolínea está buscando la manera de mejorar su capital más importante: el humano, porque es gracias a sus colaboradores que los pasajeros se quedan con un buen sabor de boca y eligen volar por Aeroméxico, y eso lo está reconociendo la empresa.

Felicidades por este nuevo cambio, por seguir transformándose en una industria tan apasionante como lo es la aviación. Me despido invitándolos y, si pueden, vayan a conocer los nuevos mostradores. De verdad, les quedaron “chulos de bonitos”.