Dicen que ver para atrás, ni para agarrar vuelo, pero a veces es necesario.

En este caso, lo es.

Incluso considero que es urgente echar una mirada a lo que deja para México este 2025, donde se cumplió el primer año de gobierno de la presidenta Sheinbaum, quien llegó al poder en octubre de 2024. Un año, dos meses de gobierno que ya dejaron huella.

Para la mandataria, había cosas que no podían esperar, temas urgentes que nos afectan a las mujeres.

Recordemos que el 15 de noviembre de 2024, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el decreto constitucional que consagra la igualdad sustantiva de las mujeres en México, con lo que entra inmediatamente en vigor. Esto fue el resultado de la iniciativa presentada por Claudia Sheinbaum al Congreso el 3 de octubre, la cual fue aprobada por unanimidad en el Senado el 24 de octubre y, en la Cámara de Diputados, el 5 de noviembre, un consenso que refleja el compromiso nacional con la erradicación de la desigualdad de género.

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“Las mujeres ya estamos en la Constitución”, dijo visiblemente contenta la mandataria en ese momento.

Traigo todo esto a la mesa, porque más allá de la nostalgia decembrina hay momentos que debemos recordar siempre.

En la ciudad en la que habito hay una casa hogar para niñas que visito con frecuencia. Procuro sentarme a platicar con las pequeñas para saber sus necesidades y sus sueños. A todas las quiero, pero hay una en especial que me conmueve. La llamaré Sofía y tiene 13 años. Fue víctima de violencia familiar extrema, su abuela fue víctima de feminicidio y su madre se suicidó. Ella tenía solo dos años de edad cuando ocurrieron estas tragedias y su dolor se sigue reflejando en el rostro.

La semana pasada me platicó que en la escuela le habían dicho que ella tenía derechos y que no era una hojita de papel que se la llevaba el viento. La escuché con atención.

Alguna de sus maestras le había comentado que la presidenta de México había “hecho cosas buenas” para que ella, como todas las niñas y los niños tuvieran una vida digna, libre de violencia. Me preguntó si era verdad y le dije que sí. Comenzó a llorar.

¡Qué lástima que Claudia no era presidenta cuando murieron mi abuelita y mamá!

El llanto de Sofía me conmovió, pero también me recordó que en el pasado, con los gobiernos neoliberales, cientos, miles, o quizá millones de niñas como ella fueron olvidadas, discriminadas e incluso revictimizadas.

La ideología patriarcal pesaba tanto, que poco o nada importaba el sufrimiento de los desprotegidos. Todo para pocos, poco para muchos. Eso se terminó.

Las reformas propuestas por Sheinbaum y que hoy son una realidad se han convertido en los pilares de la transformación de nuestro país para hacerlo más justo, más humanista.

Por ejemplo, la reforma al poder judicial que permite la elección directa de jueces y magistrados por el pueblo, un hito histórico para la democracia mexicana. También se avanzó en la reforma para reconocer y garantizar derechos presupuestales directos a los pueblos indígenas y afromexicanos, promoviendo la justicia social y la diversidad cultural.

Pero además, con Sheinbaum México se ha vestido de gala, por ejemplo en septiembre, hizo historia al ser la primera presidenta mujer de nuestro país en dar el grito de independencia desde el Palacio Nacional. Durante la ceremonia, rindió homenaje a las mujeres, los migrantes y la soberanía nacional, y recibió la bandera de una guardia de honor compuesta exclusivamente por mujeres.

El primer año de gobierno de Sheinbaum se caracterizó por la continuidad de las políticas de la Cuarta Transformación, así como por la implementación de nuevas iniciativas en diversos ámbitos, buscando promover el desarrollo económico, la democracia, la seguridad, la igualdad y el bienestar de la población mexicana.

Lo realizado en México en este 2025 merece nombrarse y recordarse.

Hablemos más de ello, antes de cerrar este año.