Gran Zócalo, gran pueblo, gran mensaje, gran presidenta. Después de un largo viaje, de ida y vuelta, a la capital de Estados Unidos, Claudia Sheinbaum encabezó una impresionante manifestación en el centro de la Ciudad de México.
Voy a hablar, brevemente, del muy importante discurso de Claudia, de este sábado 6 de diciembre de 2025 en la Plaza de la Constitución –completamente llena de gente partidaria de la 4T–.
Me referiré solamente al 2.5% de la alocución de Sheinbaum: 116 palabras de las 4 mil 545 que ella pronunció frente a una multitud que rebasó por mucho la capacidad del Zócalo; y si digo por mucho, es que hago referencia exactamente a eso: al hecho de que el cálculo más realista de asistentes al evento fue de 600 mil hombres y mujeres, que estuvieron presentes para celebrar el séptimo año de la llegada al poder de la izquierda mexicana.
Claudia Sheinbaum sacó la casta. Ante el desafío que representó para la presidenta la brutal campaña de mentiras y calumnias orquestada por grupos de derecha durante el pasado mes de noviembre, para responder extrajo fuerza y convicción de su linaje familiar y político. Ella, recordémoslo, nació en la lucha, desde la izquierda y con todo en contra, a favor de las causas populares, así que no sabe rendirse.
Los durísimos ataques los neutralizó la presidenta con 116 palabras cargadas de determinación y valentía. Se sabrán derrotados, cuando las lean o las escuchen, quienes no solo ingenuamente han soñado con desestabilizar a su gobierno, sino que cegados por el odio y el fanatismo han invertido muchísimos recursos en un proyecto perverso que no prosperará porque no tienen la razón. No la tienen, por lo tanto resulta éticamente imposible que triunfen.
Las 116 palabras con las que Sheinbaum acabó a sus oponentes no democráticos son las siguientes:
Por eso, hay que decirlo con claridad:
En estos días se ha demostrado que, por más campañas sucias que paguen en las redes sociales, por más compra de bots y robots, por más alianzas con grupos de interés en México y en el extranjero, por más consultores de comunicación que contraten para inventar calumnias y mentiras difundidas en algunos medios, por más intentos de hacer creer al mundo que México no es un país libre y democrático, por más comentócratas o supuestos expertos que inventen historias de ficción, por más alianzas que quieran tejer con el conservadurismo nacional y extranjero, por más que hagan todo eso: ¡No vencerán al pueblo de México, ni a su Presidenta!


