De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en América Latina, el ingreso laboral de las mujeres equivale al 70% del de los hombres. Independientemente de su edad, escolaridad y situación conyugal, la remuneración que perciben estas mujeres por su trabajo apenas representa entre el 84 y 96% en comparación a la que reciben los hombres.

 

 

En México, el papel de la mujer en el campo laboral ha crecido 24.2%, respecto a los últimos cuarenta años, según cifras del INEGI publicadas en 2011. Del total de las mujeres que se encuentran empleadas, 39.4% son casadas y 34% solteras; de las que trabajan, 71.6% son madres. De estas últimas, 35.8% tienen de 1 a 2 hijos.

 

¿Cuál es el rol que mantienen las mujeres no empleadas en la actualidad?

 

Regularmente las mujeres no empleadas se dedican a las labores domésticas, definidas como el conjunto de actividades no remuneradas realizadas dentro del hogar para proporcionar y proveer bienestar a los miembros de la familia. Esto no las excluye de tener otro tipo de roles que les permitan procurar la estabilidad económica de su hogar. Con esto en mente, organizaciones de la sociedad civil como ProEmpleo, Fundación Walmart de México y Visión Mundial México, han puesto sus ojos en este sector ofreciendo soluciones que las haga migrar de un campo a otro en forma natural y con ello acrecentar su autonomía y poder adquisitivo.

 

 

Estas instituciones fijan dos caminos, uno por medio de la educación media superior o tecnológica y el otro, a través de la asesoría, apoyo, orientación y capacitación de proyectos preestablecidos por ellas mismas. Ambos rumbos tienen un objetivo en común: incrementar su calidad de vida.