La decisión del periódico The Sun de haber publicado fotografías del príncipe Enrique retozando en su cuarto de hotel en Las Vegas desafió a la familia real británica y desató una ola de quejas, pero algunos dicen que las fotos de él desnudo llevaban un mensaje del propietario Rupert Murdoch contra el sistema en el país: “Aún tengo control sobre las cosas”.

El tabloide de más popularidad en Gran Bretaña dijo que su decisión sólo fue en defensa de la libertad de prensa, pero algunos observadores ven el asunto como una advertencia de Murdoch contra la oficialidad británica, que le ha dado la espalda ampliamente al magnate australiano durante el escándalo que ha desprestigiado a su imperio.

En julio del 2011, Murdoch enfrentó denuncias hacia sus compañías, incluyendo a News of the World, propiedad de News Corporation, sobre la intervención de teléfonos de algunas celebridades, personas de la realeza y ciudadanos públicos.

Enfrentó las investigaciones de la policía y del gobierno sobre soborno y corrupción en el Reino Unido, y las investigaciones del FBI en los Estados Unidos.

El dominical The Independent publicó en primera plana una nota que presuntamente indicaba que Murdoch dio la orden personalmente para que se divulgaran las fotos.

La empresa News International, la unidad británica del conglomerado News Corp. de Murdoch, se abstuvo de hacer declaraciones.