Las instituciones inclusivas, no extractivas, son un elemento central en el esfuerzo de las naciones por evitar el estancamiento y asegurar una prosperidad sustentable, aseguró Sharmini Coorey, directora del Instituto para el Desarrollo de Capacidad del Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

Recordó que la calidad de dichas instituciones depende de los individuos que las administran, es decir, su preparación y perfil académico, así como de la cultura empresarial local y las perspectivas de los hacedores de política.



En un documento elaborado para el portal del FMI, la economista enfatiza que de la preparación de los funcionarios depende la creación de instituciones que se responsabilicen por la entrega de ‘bienes públicos’, como son una moneda estable, una recaudación tributaria eficiente y estadísticas fiables, entre otros.



Apuntó a la actual crisis de la Zona Euro como un ejemplo de la importancia de tener instituciones económicas y políticas eficientes a cualquier etapa del desarrollo económico, pues, dijo, los problemas de la región comenzaron por la debilidad de las instituciones macroeconómicas y políticas de naciones ‘supuestamente avanzadas’.



Asimismo, Sharmini sostuvo que la falta de apoyo institucional en temas fiscales y regulatorios al nivel de la Unión Europea está detrás de la incertidumbre que afecta al Euro, y añadió que dicho apoyo requerirá aumentar la integración política de la región.