México.- Apenas una o dos de cada 10 Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) opera al 100 por ciento en materia administrativa y fiscal, lo que incide en que su periodo de vida se estancara hace décadas en los dos años.

Marcos Gutiérrez Martínez, de MGM Consultores, hace énfasis en que esas cifras son resultado de una falta de cultura fiscal en el país, lo que a su vez podría ser el origen de las quiebras entre los que tributan en el RIF (Régimen de Incorporación Fiscal).

En su experiencia los requerimientos actuales del SAT exigen que una empresa en crecimiento tenga la mejor asesoría contable y fiscal pero pocos los saben y menos aún lo consideran necesario.

Al ejercer su  carrera ha detectado que incluso si son empresas que facturan casi dos millones de pesos al año, tienen problemas lo mismo para emitir recibos de nómina electrónicos  que para determinar cuáles son sus derechos y sus obligaciones fiscales, lo que al final del año los lleva a operar en números rojos y en algunos casos a cerrar.

Uno de los dolores de cabeza más comunes para el grupo de empresarios que se encuentran en este supuesto son los comprobantes fiscales digitales por internet  globales, que en su opinión están cada vez más regulados.

“Equivocarse les puede salir muy caro literalmente", señaló para agregar que emitirlos conlleva para los contribuyentes que tributan en el RIF una carga administrativa importante que de no ser bien llevada puede derivar en la clausura del establecimiento.

El Código Fiscal de la Federación (CFF), obliga a los RIF emitir una factura global por día, por semana, por mes o bimestral en donde conste el número de ventas que hicieron -y por las que no expidieron factura al cliente- más el número de folio y el monto de la venta.

“Cuando se trata de una paletería hay que contar helado por helado vendido  y considerarlo en esa factura  global. Muchos no lo saben y se equivocan o no lo hacen y es cuando vienen las multas”, señaló.

Para evitar circunstancias como las citadas el fiscalista recomienda a los RIF buscar asesoría  ya sea a través de un PAC, que entre ofrecen  productos como un software de contabilidad en línea o en su caso acudir a la Prodecon, por asesoría  pero no dejarlo pasar para evitar caer en inconsistencias.