México.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que en lo que va del sexenio de Felipe Calderón ha documentado 251 casos de tortura por parte de las fuerzas de seguridad federales.

Asimismo, de 2007 a la fecha, ha emitido 56 recomendaciones por el empleo de ese método.

El reporte del organismo defensor de los derechos humanos detalla que entre las torturas que han usado el Ejército, la Armada y la Policía Federal están la asfixia, golpes, toques eléctricos, amenazas sicológicas e incluso simulaciones de ejecución.

Y en la mayoría de las veces son para obtener declaraciones autoincriminatorias.

Personal del Órgano Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social y del Instituto Nacional de Migración (INM) están incluidos en las quejas.

De acuerdo con los documentos de la CNDH, se identifican patrones como la detención arbitraria, la retención ilegal en instalaciones militares o policiales, la negativa de peritos médicos a practicar exámenes y el incumplimiento del manual la ONU para la investigación y documentación de casos de tortura, conocido como Protocolo de Estambul, el cual ha sido aceptado como guía por el Estado mexicano.

Uno de los casos que se resalta es el maltrato físico del que fueron objeto dos jóvenes de Matamoros detenidos por elementos de la Armada.

En la recomendación 86/2010, la CNDH concluyó que las víctimas fueron detenidas por elementos de la Secretaría de Marina y trasladados al sector naval de Matamoros, donde les arrojaron agua y los golpearon con una tabla mientras los interrogaban sobre presuntas actividades ilícitas.

Otro caso, motivo de la recomendación 67/2008, detalla que dos hombres de Torreón fueron detenidos por militares luego de que uno de ellos acudió a los uniformados para denunciar un robo en su negocio. Las víctimas fueron trasladadas a un cuartel y sometidas a tortura.

"Me metieron a un cuarto y me amarraron de pies y cabeza con cinta adhesiva. Ahí estuvieron diciéndome los soldados que yo conocía al 'Cóndor', lo cual es falso. Después me querían obligar a golpes a decir que yo lo conocía. Me golpearon en la espalda y en la cabeza con un bat. Me desvistieron todo y me mojaron para luego ponerme unos cables con electricidad en mis partes nobles (...) Después de torturarme me amenazaron diciéndome que si no cooperaba iban a desaparecer a mi esposa y a mi hija", relató uno de los agraviados.

Incluso policías locales están inmiscuidos en casos de tortura.

 

Con información de Reforma