Washington, D.C.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) documentó que en Reclusorios Federales y estatales de nuestro país, existen patrones comunes y estructurales entre ellas la ausencia de oportunidades reales para la reinserción social, corrupción, maltrato, hacinamiento y condiciones deplorables en las celdas de castigo.

De acuerdo con el último reporte realizado por James Cavallaro,  Relator sobre los derechos de las personas privadas de libertad, en las prisiones de México existe hacinamiento, cito como ejemplo de ello, cifras registradas en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente de la Ciudad de México, pues al momento de su visita, la prisión contaba con una población de 12 mil 883 personas, cuando su capacidad es para 5 mil 604 internos.

El Relator tomo conocimiento de que en los centros penitenciarios, existe maltrato por parte del personal penitenciario a cargo de la custodia de los reclusos e imposibilidad de éstos para presentar quejas ante un órgano que cumpla con los estándares de independencia e imparcialidad.

Tras realizar una visita al Centro Federal de Readaptación Social Número 1 "El Altiplano" (CEFERESO No. 1), así como el Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha, el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente y el Centro de Ejecución de Sanciones Penales Varonil Oriente, Cavallaro constato que existe corrupción e indebida atención médica y falta de privacidad.

En su visita al Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha, ubicado en la Ciudad de México, el Relator observó condiciones deplorables en las celdas de castigo utilizadas y especialmente el prolongado tiempo de aplicación de este tipo de sanciones, tal y como lo confirmo una interna, quien denunció haber permanecido este sitio por un lapso de tres meses.

De acuerdo con el reporte, elaborado por el Relator de México, a pesar de que los Reclusorios federales presentarían mejores condiciones físicas y más control, existe también un ambiente de ?extrema represión?.

James Cavallaro detalló que en estos sitios, las condiciones se caracterizan por la utilización de prolongados regímenes de aislamiento que alcanzan las  23 horas al día, restricción de comunicación entre internos y graves dificultades para tener contacto con el exterior.

La CIDH documentó además un uso excesivo de la prisión preventiva, pues  numerosos testimonios de personas señalaron que sus casos habrían excedido ampliamente el límite constitucional de dos años para la aplicación de la prisión preventiva. La Relatoría también observó que las personas procesadas y sentenciadas compartirían las mismas celdas y se encontrarían en las mismas áreas comunes.

El Comisionado James Cavallaro, en calidad Relator sobre los derechos de las personas privadas de libertad y Relator de país, realizó una visita de trabajo a México entre el 22 y el 24 de septiembre de 2015. La visita tuvo como objetivo monitorear la situación de derechos humanos de las personas privadas de libertad en este país, además de realizar actividades relativas a los mecanismos de soluciones amistosas y seguimiento de peticiones y casos.