México.- Notimex, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, cumple hoy 44 años de operaciones. Durante 16 mil 72 días y 385 mil 725 horas ha mantenido su flujo noticioso. De los XIX Juegos Olímpicos de 1968 efectuados en la ciudad de México, a los XXX Juegos Olímpicos recientemente celebrados en Londres 2012.

El trabajo diario de Notimex recuerda necesariamente el ritmo y el tecleo en cuartillas (28 renglones por 64 golpes a doble espacio) en pesadas máquinas de escribir marca Remington. De sus largos rodillos salían notas y notas con sus respectivas copias semimanchadas por el oscuro papel calca y las originales casi perforadas por el golpeteo de las teclas. Después llegarían las Olivetti, prácticas y modernas para su época que con menor esfuerzo plasmaban los caracteres que daban forma a la noticia de cada “fuente”: presidenciales, agricultura, obreras, asistenciales, sector privado, deportes, cultura y espectáculos, así como eventos especiales.

El incesante bip-bip-bip de los teletipos (“máquinas para fantasmas, porque escriben ‘solas’”, dice el Museo Virtual de la Informática), aparatos telegráficos por los que agencias como la alemana DPA, la española EFE, la francesa AFP, la británica Reuters, las rusas Novosti e Itar Tass, las estadunidenses UPI o AP, la china Xinhua y más tarde la cubana Prensa Latina hacían llegar sus “cables” a Notimex ya sea por vía de Télex, ya sea en copia dura (farragosos fólders llenos de cables cortados según la extensión de cada uno, o enrollados) hasta el sur de la ciudad de México en las oficinas instaladas entonces en el séptimo piso de la avenida de los Insurgentes Sur 1700, extendidas poco después a una casa colonial contigua y más tarde a su Centro de Producción (CP) en el 1752 de la misma avenida en la colonia Florida.

Quedaron ya para la historia esos equipos Teletype Corporation, nombre generalizado para los télex accionados por “picadores” o “ponchadores”, como se llamaba con familiaridad a los operadores o teletipistas, quienes al tiempo que en clave morse perforaban cintas amarillas, tan largas como cada texto en las cuartillas. Enormes bolsas se llenaban con un fino confeti que emitía el ponchado de las kilométricas cintas amarillas. Esa cinta con el correr y el incesante “poncheo” eran el testigo de la información que la Agencia hacia llegar a sus suscriptores.

El flujo informativo, como hoy, comenzaba en el lugar de los hechos, de ahí a la memoria del reportero, a rápidos garabatos en la libreta o a la cuartilla con doblez vertical a falta de grabadoras; de ahí al teléfono, a confiar en el oído del redactor que mecanografiaba la nota en cuartillas de papel revolución; luego al “filtro”, editor en jefe que lápiz en mano trazaba líneas y símbolos, quitaba “paja”, revisaba sintaxis y ortografía antes de dar salida al grito de: “¡Huesooo!” –como se conocía en el gremio a los auxiliares de redacción- quienes diligentes llevaban el texto que el teletipista “picaba ”.

“Subir” la nota representaba completar el proceso por el que el télex enviaba la señal morse a la central de Telecomunicaciones y de ahí a los enormes platillos, antenas parabólicas que se antojaban futuristas y aceleraban el proceso de transmisión-recepción desde la Redacción de Notimex hasta la “máquina para fantasmas” de que cada suscriptor disponía. Menos de un centenar de abonados en la década de los 70, aunque ya con 19 en Estados Unidos.

A 44 años de distancia, Notimex ha extendido sus servicios y en distintos momentos fue ganando espacios en servicios de texto, fotografía, audio y video para suscriptores de la Ciudad de México, de la República Mexicana, de Norte, Centro y Sudamérica, Europa y Asia. Sólo durante 2011 generó unas 220 mil noticias a las que sumó un promedio de 200 fotografías por día para ilustrar esos hechos.

La recepción y transmisión del grueso de la información era posible en sus inicios por teleimpresoras (télex), líneas telefónicas privadas y señales de microondas. Mínimo 30 máquinas conectadas para recibir las señales. Rollo tras rollo de papel de unos 30 metros, hasta con cinco copias, “testigos” como acertadamente se les llamaba, y que además servían de respaldo a los suscriptores cuando la línea cablegráfica presentaba falla, “se caía”. Una velocidad de transmisión de 50 BPM, 400 golpes de máquina por minuto que pronto se aceleró a nueve mil 600 BPM.

Números de telefonía fija con múltiples líneas orientadas a ruidosos aparatos de disco para facilitar los enlaces de reporteros con la Redacción. Dos centrales de radio con aparatos móviles o transceptores manuales para ubicar al chofer o a los reporteros en casos de urgencia y un rápido dictado de datos para redactar el servicio “urgente”. “León rojo, León rojo”, era la clave que un directivo buscó instituir para alertar, a través de aparatosas bocinas, entre los tecleos en la Mesa Central y la sala de redacción del Centro de Producción.

En 44 años Notimex ha tenido 16 directores generales y tres encargados de despacho por ausencia de un titular: Enrique Herrera Burquetas (1968-1971), Rolando Ortega Calderón (1971-1972), Horacio Estavillo Laguna (1972-1976), Pedro Ferriz Santacruz (1976-1982), Miguel López Azuara (1982-1983), Héctor Manuel Ezeta (1983-1988).

Les sucedieron Raymundo Riva Palacio (1988-1990), Pablo Hiriart Le Bert (1990-1992), Rubén Álvarez Mendiola (1992-1994), Jorge Medina Viedas (1994-2000), Francisco Ortiz Pinchetti (2000-2001), Pedro Tamés Fernández (encargado, 2001-2002), José Antonio Díaz García (2002-2003), Enrique Aranda Pedroza (2003-2005), Aurelio Bueno Hernández (2005-2007), Juan Pablo Muñoz Morales (encargado, 2007-2008), dando cierre al periodo de la Agencia Mexicana de Noticias, Notimex, Sociedad Anónima de Capital Variable.

Como organismo descentralizado, Sergio Uzeta Murcio fue el primer director ratificado por el Legislativo (2007-2011), siguió Gabino Trejo Guerrero (encargado por unos meses en 2011) y, Héctor Villarreal Ordóñez (desde diciembre de 2011 y a la fecha).

Entre los servicios que la Agencia ha brindado a lo largo del tiempo y desde su nacimiento está el reporte puntual de actividades diversas. Por ejemplo, el V Informe de Gobierno presidencial en 1969 dio pie al inicio de transmisiones de XERMX Radio México, Imagen de México en el mundo, vía onda corta, que Notimex dirigió en principio y cuyos noticiarios alimentó hasta fines de la década de los 80.

En 44 años, la Agencia ha informado a sus suscriptores de las actividades desarrolladas por ocho administraciones federales encabezadas por Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa. Los procesos electorales respectivos, con el despliegue de su equipo que hoy incluye 310 profesionales del periodismo: redactores, editores, reporteros, colaboradores, corresponsales que cubren todo el territorio nacional, además de Estados Unidos, Canadá, América Central, América del Sur, Cuba, España, Bélgica, Alemania, Suiza, Gran Bretaña, Francia, Italia, El Vaticano, China y en su momento Tokio y Singapur.

Una cobertura que se amplió paulatinamente y respondió a las demandas sociales por conocer de las actividades que desarrolla cada uno de los poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y que se enriquece con las labores emprendidas por la sociedad civil y la iniciativa privada.

Notimex fue pionera con su Departamento de Servicios Fílmicos a color, con equipos Electronic News Gathering que nutrieron más de 60 por ciento de los programas noticiosos de la televisión mexicana hacia finales de la década de los 60, como Teleperiódico Notimex-El Día que transmitía canal 8 de Telesistema Mexicano; los contenidos para los noticiarios de Canal 13 en 1972, un año después para Canal 11 y Telesistema Mexicano con los servicios En Punto, Hoy Mismo y Notitrece.

Diversificó sus ámbitos y llegó a radio en las frecuencias de XEB con Reportaje Mundial. En 1976 innovó con su sistema de noticias por teléfono Notifono por la línea 591-21-21, con capacidad para atender 40 llamadas simultáneas, y en 56 segundos proporcionar información relevante y actualizada de los ámbitos nacional, internacional, cultural, de deportes y espectáculos. Hacia 1992 renovó el producto con Notitel, con opciones por sector informativo.

La primera parte de la década de los 80 marcó la plena incursión en las frecuencias radiales. Al noticiario para Radio México Internacional se sumaron tres emisiones de Síntesis Informativa difundidas en todo el país por las ahora señales del Instituto Mexicano de la Radio. Después vendrían servicios para Radio Educación, Radio UNAM, Cristal FM e incluso en la red del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Con los primeros años de la década de los 80 llegó el Fax, facsímil, aparato conectado a las líneas telefónicas y alimentados con papel electrostático y que, con agudo pitido anunciaban la fiel pero efímera reproducción de boletines emitidos por las dependencias y las diversas fuentes para difundir su información. Velocidad que superó la de mensajeros con papel en mano entregando copias fotostáticas en cada medio. Hacia fines de la década dejaron de usarse las duplicadoras, máquinas mecánicas que previo químico y “ditto” o esténcil marcado, proporcionaba en papel y tinta morada tantas copias como giros manuales se diera a las manivelas.

Intelsat IV fue el satélite que facilitó el intercambio informativo con agencias de los Países No Alineados de 1976 a 1988; inició la década de los 80 con su incursión a Acción de Sistemas Informativos Nacionales (ASIN) integrada por 13 Estados de América Latina y el Caribe.

1984 marcó un cambio para la Agencia, con el traslado de sus oficinas a Morena 110, en la colonia Del Valle, inauguradas el 11 de julio de ese año por el entonces titular del Ejecutivo Federal. Salas para Redacción Central, para Radio y Televisión, cabinas de grabación y área para producción. De ahí, a comenzar la regionalización: apertura de oficinas en puntos estratégicos del país y en el continente.

Los grandes golpes a la democracia en América Latina, los golpes de Estado, la instauración de dictaduras militares, y años después los cambios en México, los sismos de 1985, el surgimiento de la sociedad civil en sectores urbanos, los grandes cambios políticos, la creación y aparición de nuevos partidos y actores políticos, fueron registrados por Notimex aún desde sus telex, en sus notas informativas de máquinas de escribir, con fax, con Notifono en audio.

En la década de los 90 cuando iniciaron los primeros equipos de cómputo y la Agencia ampliaba u operación tecnológica con el sistema ermes, más parecidos a procesadores de texto pero que ya representaban un avance frente a las máquinas mecánicas de escribir y los télex, Notimex dio cabida a los procesos de paz en América Latina (sobre todo en Centroamérica) y puso en práctica la cobertura con visión mexicana y latinoamericana de los conflictos bélicos en el Golfo Pérsico, con enviados propios.

A la par que México seguía registrando cambios sustantivos en su vida política (la presencia de amplia oposición legislativa, el acotamiento de la operación del Ejecutivo Federal, la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional), Notimex amplió sus redes de corresponsales nacionales e internacionales. Llegó la primera red de computadoras con Azimut, sistema central de cómputo y la transmisión de texto e imágenes por satélite y la red de Internet a partir de 1996, lo que facilitó abandonar la fibra óptica y las microondas, dar paso a la fotografía digital, transmisión de audio y video comprimido y más tarde e incursionar con su página en la red de Internet en 1998.

Superó con éxito Y2K, el llamado “error del milenio” y a partir de 2006 comenzó a dejar atrás las antenas, los servidores Novell con protocolos para la transferencia de archivos, para operar con protocolos por Internet a partir de su servidor WEB y su propia base de datos.

Los desarrollos tecnológicos disminuyeron el ruido en las redacciones y ampliaron espacios pero el tecleo sigue marcando el ritmo del flujo informativo. Aparatos digitales de telefonía fija, pequeños teléfonos celulares con servicios de datos conectados a Internet, computadoras compactas, laptops y Ipad que dejaron atrás las útiles y pesadas tandys. Redes inalámbricas, la Internet que agiliza las comunicaciones, las redes sociales que son ahora canales inmediatos de salida.

Notimex ha dejado constancia del trabajo de cientos de profesionistas de la comunicación, hombres y mujeres, redactores y editores, correctores, directivos, personal administrativo, choferes, un permanente servicio de limpia y vigilancia.

De la sociedad anónima con participación estatal mayoritaria a la actual Notimex como organismo descentralizado y con autonomía técnica y de gestión, Notimex refleja el cada vez más creciente interés de todas y cada una de las instituciones que integran el Estado Mexicano, por contar con un órgano confiable, profesional, riguroso, equilibrado, cuyo trabajo permita el flujo de la voz y de la opinión sobre los asuntos nacionales internacionales, de los más variados actores políticos, sociales e institucionales del México plural actual.

A través de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, la ciudadanía puede hallar las visiones y opinión –a veces coincidentes y a veces discordantes— de gobiernos y gobernados, siempre con la posibilidad de encontrar en los servicios de Notimex la información y la comunicación que le permita a sí misma, a la ciudadanía, analizar los hechos, asumir una postura y ejercer sus derechos por las vías que la democracia mexicana ha establecido.

Desde la transparencia y la rendición de cuentas, uno de los pilares de la democracia, Notimex también aporta su grano de arena. Los hechos están a la vista. Ganar cada vez más credibilidad y confianza ciudadana es un reto que se vincula con el esfuerzo diario de que los servicios de la Agencia reflejen la multiculturalidad política y social de las y los mexicanos, de sus opiniones y de sus posturas políticas, de sus reclamos y de la satisfacción de los mismos. Notimex es una Agencia, es un portal, es un escaparate de las múltiples visiones de México hacia el mundo.