Naciones Unidas, 29 feb (EFE).- El representante especial de la ONU para Libia, Ian Martin, alertó hoy ante el Consejo de Seguridad del elevado número de detenidos que todavía están en centros de cárceles controladas por las brigadas revolucionarias y animó al Gobierno libio a acelerar la toma del control de esas dependencias.

Martin, jefe de la misión de la ONU en Libia (UNSMIL), detalló que entre 5.000 y 6.000 personas están todavía en centros de detención controlados por las brigadas revolucionarias en distintos puntos del país, comparados con los cerca de 2.400 que están en cárceles con un control absoluto del ministerio de Justicia libio.

"La UNSMIL continúa exhortando al ministerio de Justicia a acelerar el proceso de toma de control de las dependencias que actualmente dirigen las brigadas", señaló Martin por videoconferencia a los quince miembros del máximo órgano internacional de seguridad.

Según el representante especial, el Gobierno libio solo controla ocho centros de detención, mientras que destacó que es "complicado" lograr avances en ese sentido "debido al número insuficiente de policías judiciales" con los que cuenta el Gobierno, que ha pedido ayuda en el entrenamiento de esos profesionales y de fiscales.

"Seguiremos trabajando estrechamente con las autoridades libias y las animaremos a que sigan inspeccionando los centros de detención de los que se tiene constancia y a que identifiquen dependencias secretas para devolverlas al control gubernamental, así como a que investiguen los casos de abusos", señaló Martin.

El embajador libio ante la ONU, Abdurrahman Mohamed Shalgham, aseguró por su parte en la misma reunión que los detenidos que se encuentran en espacios controlados por el Gobierno, entre los que hay antiguos miembros del régimen de Muamar el Gadafi, están en buenas condiciones y se les trata bien.

Sin embargo, reconoció que hay "zonas donde las autoridades estatales no han podido tomar el control y donde no hay ni policía ni tribunales", por lo que el Gobierno no es "responsable" de lo que ocurra en los centros de detención que existen en esas áreas, aunque mostró la voluntad de cambiar esa situación.

En cuanto a la situación general de Libia, Martin destacó que el país norteafricano se enfrenta "a tremendos desafíos y al pesado legado del antiguo régimen" en sus esfuerzos por retomar la normalidad cuando se ha cumplido un año del inicio de la revolución que acabó con el gobierno dictatorial de Gadafi.

El representante especial de la ONU señaló los problemas de Libia a la hora de controlar las fronteras para evitar la inmigración ilegal y el contrabando de armas, así como en sus esfuerzos por acabar con "arraigadas prácticas de discriminación contra comunidades minoritarias" y por lograr la reconciliación entre las distintas tribus que componen el país.

El pasado 17 de febrero se cumplió el primer aniversario del inicio de la revolución que acabó con el régimen de Gadafi tras ocho meses de conflicto armado.