México.- Guillermo Ortiz, quien fuera titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) durante el sexenio de Ernesto Zedillo, comparó las gestiones del presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, calificándoles de “bolas de demolición” pese a reconocer que provienen de espectros políticos opuestos.

En una editorial publicada junto al expresidente del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga, para The Financial Times que recupera el diario Reforma, la crítica se dirigió al manejo de la pandemia del coronavirus y la economía durante este periodo.

De acuerdo con el exfuncionario de Zedillo, pese a su adscripción adversa en el espectro político, AMLO y Bolsonaro reaccionaron de manera similar: no atendieron las recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre distanciamiento social -continuaron con la celebración de mítines- y se rehusaban a usar cubrebocas.

Además el carecer de una estrategia específica tanto en México como en Brasil sobre el manejo de la pandemia de Covid-19, posicionó a ambos países latinoamericanos en los lugares del tablero que se encuentran a nivel mundial con base en los datos proporcionados:

  1. Brasil es el segundo país por número de contagios y decesos por la enfermedad infecciosa con 3.7 millones de casos y 117 mil muertes
  2. México está en el tercer lugar de fallecimientos con 62 mil.

Ortiz y Fraga coinciden en que el manejo de la pandemia manifiesta ya secuelas económicas, sin embargo, las diferencias entre AMLO y Bolsonaro se hacen evidentes en este terreno, pues el político mexicano ha optado por gastar poco, lo que implica que el déficit fiscal de México topara un 5 por ciento.

Mientras para Brasil el déficit presupuestario por la decisión del brasileño de no recortar el gasto público, se verá reflejado en un 18 por ciento para el cierre de 2020, aunque para México la crisis económica será más profunda, según el análisis de los exfuncionarios.

La principal acusación contra AMLO es que duplicó las políticas “populistas” en perjuicio de la inversión y alentando la incertidumbre política, sin embargo, tanto Ortiz como Fraga creen que la mejor opción para México y Brasil recae en la resiliencia de sus instituciones democráticas.