México.- Joaquín López Doriga señaló que la extorsión denunciada en medios por la empresaria María Asunción Aramburuzabala es totalmente falsa y que ?de haber existido? se debió proceder legalmente.

?En lo de la extorsión es totalmente falso. He hablado con ella y si en realidad hubiera existido, hubiera procedido legalmente?, dijo en una entrevista divulgada en YouTube.

López-Dóriga aprovechó la plataforma de más de 4 millones de seguidores de Luisito Rey para señalar que lo ocurrido en la colonia Polanco sólo fue ?un tema vecinal? en el que él, titular del principal noticiero de Televisa, no tuvo ?nada que ver?.

Sin embargo no desmintió que su esposa, Teresa Pérez Romo, hubiera extorsionado a la ex vicepresidente ejecutiva del Grupo Corona.

Ataviado con un suéter con el emblema de los Pumas de la UNAM, López-Dóriga indicó que el día en que ya no encabezará el principal noticiero de Televisa ?tendrá que llegar indudablemente? pues ?nadie es ni eterno ni imprescindible? por lo que prevé volver al oficio de reportero.

Sobre los severos cuestionamientos, críticas y ofensas que recibe a través de redes sociales, el comunicador señaló que ignora los insultos. ?No los voy a traer a mi casa o tenerlos en el bolsillo?.

Respecto a sus ingresos, el comunicado asegura tener muy buenas percepciones en radio y televisión pues ha sido reportero durante 47 años. Su trabajo en medios, aseguró, le ha permitido comprar departamentos a sus hijas con pagos mensuales, mientras que los que posee en la colonia Polanco los habría heredado de su madre hace 22 años.

Por otro lado, acepto que posee un barco en Acapulco desde finales de la década de los 70 y que ahí está a la vista ?de todo el que lo quiera ver? pues no lo esconde y paga tenencia y los otros impuestos correspondientes.

El pasado 22 de septiembre el Tribunal de lo Contencioso del Distrito Federal (DF) falló en favor de la inmobiliaria Abilia sobre una disputa y desacuerdo con vecinos de Polanco por la construcción de 2 megatorres de departamentos.

En agosto, Abilia, propiedad de la empresaria María Asunción Aramburuzabala, denunció un intento de extorsión de 5 millones de dólares  de vecinos para dar el visto bueno al complejo habitacional. La operación de ese acto ilegal habría estado a cargo de Adriana Pérez Romo, esposa de Joaquín López-Dóriga, quien habría ordenado a su abogado solicitar el dinero para evitar la presión pública y un supuesto "linchamiento mediático".