Margarita Vázquez Mota, hermana de la actual candidata del PAN a la presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, presentó su renuncia como coordinadora de Formación y Políticas Públicas de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres.
La renuncia aparentemente fue por motivo de las notas periodísticas y la insistencia en redes sociales de que Margarita no contaba con las calificaciones necesarias para ejercer dicha función.}
Tras ser señalada como “aviadora” y de no contar con las calificaciones necesarias para trabajar en la Procuraduría, se reveló también que ganaba más de 170 mil pesos mensuales como “brazo derecho” de Angélica Rivero, fiscal especial de Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, (Fevimtra).
A continuación reproducimos la carta en donde Margarita Vázquez Mota presenta su renuncia:
Por medio de la presente me permito presentarle mi renuncia al cargo de coordinadora de Formación y Políticas Públicas de la Fiscalía que desempeñé de enero de 2012 a la fecha. La razón de mi renuncia está vinculada directamente a mi responsable y meditada decisión de mantenerme al margen de cuestionamientos políticos por mis lazos familiares y asimismo evitar se afecte la institución a la que he prestado mis servicios desde 2008.
Dejo constancia de que para ocupar cada responsabilidad que he tenido como servidora pública de la institución he cumplido los requisitos establecidos en la normatividad respectiva, incluida la aprobación de los exámenes de control de confianza, lo que aunado a mi experiencia en materia de trabajo social, prevención y atención a grupos en riesgos de vulnerabilidad, me acredita para desenvolverme con probidad en la responsabilidad que he tenido a mi cargo.
Mi trabajo estuvo apegado en todo momento a derecho y a las exigencias del cargo, sin recibir favor o prebenda alguna, por lo que en caso de ser necesario expreso mi disposición para someterme a cualquier verificación por parte de las autoridades correspondientes.
Deseo subrayar que considero injusto que mi trabajo pueda afectar a la institución o incluso a la campaña de mi hermana. Mi desempeño en el sector público ha sido ajeno a prácticas partidistas de cualquier naturaleza, incluso he trabajado sin tropiezos a las órdenes de un alcalde de un partido distinto al que abandera mi hermana.
Me duele y me indigna que en nombre de la competencia electoral puedan afectarse incluso derechos fundamentales como el buen nombre y la dignidad de las personas. Agradezco la invitación a la institución y con ella a mi patria, siempre del lado de las víctimas de la violencia, en especial mujeres y niños y personas de otros grupos”.