México.- El exdirector general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arriola, señaló que mientras estuvo al frente del organismo y lo entregó a su sucesor, Germán Martínez -quien presentó su renuncia al cargo este martes- la dependencia se encontraba en un buen estado.

Entrevistado por Azucen Uresti en Radio Fórmula, el también excandidato a la jefatura de gobierno a la Ciudad de México, señaló que respeta la determinación tomada por Martínez Cázares.

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Recibió un IMSS quebrado y lo entregó con superávits y reservas, afirma

De la misma forma, Arriola Peñalosa refirió que cuando asumió el cargo, el instituto se encontraba quebrado, por lo cual existían diferencias naturales con la Secretaría de Hacienda, ya que se buscó que el IMSS contara con un estado de finanzas óptimo, para lo cual dijo, se estableció una política equilibrada de gastos.

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Sobre el punto, destacó que al final de su estancia en el puesto, en 2017 se logró un  superávit casi de 20 mil millones de pesos, además de que dejó reservas financieras por 70 mil millones de pesos, lo que permitió ampliar la infraestructura sin sacrificar la calidad del servicio.

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Al ser cuestionado por el estado en que entregó el IMSS a Germán Martínez, quien en su momento dijo que se trataba de un “paciente que necesitaba una cirugía mayor”, Arriola expuso que él en su momento cedió un paciente sano, por lo que el punto que sí requiere un saneamiento mayor, es el enfoque del sistema de salud.